Salud
Proponen prohibir que se abran más locales de comida rápida para reducir la obesidad infantil
Una experiencia en Reino Unido demuestra que restringir la oferta de «fast food» funciona, especialmente en barrios pobres
¿Prohibir la apertura de nuevos establecimientos de comida rápida podría ser una opción? Parece que sí. Un grupo de científicos propone restringir la apertura de nuevos locales de «fast food». Aseguran que se trata de una política eficaz y para ello se basan en su propio estudio científico, así como en una experiencia realizada en Reino Unido. Según su investigación, liderada por un equipo de la Universidad de Lancaster (Inglaterra), las políticas de planificación que limitan el número de nuevos establecimientos de cadenas de comida rápida reducen el número de niños obesos o con sobrepeso.
Los científicos examinaron el efecto real de aplicar restricciones en el noreste de Inglaterra. Allí fue donde el consejo del distrito metropolitano de Gateshead (una institución cuyos poderes son similares a lo que en España sería un ayuntamiento o un Gobierno municipal) impidió legalmente que cualquier propiedad comercial existente que no fuera de comida rápida se convirtiera en un local de comida rápida caliente para llevar.
El efecto de esta medida política, según los científicos, ha sido muy positivo y ha bajado la obesidad infantil, especialmente en los barrios pobres. Así lo confirman los principales autores principales del estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Obesity. El análisis proporciona datos muy interesantes, como que la medida logro «adelgazar» el número de niños con sobrepeso y obesidad en el barrio de Gateshead en comparación con otros distritos.
Hacen falta medidas sólidas y restrictivas contra la comida rápida
Heather Brown, catedrática de Desigualdades Sanitarias investigadora de la Facultad de Salud y Medicina en Lancaster, afirma que «la mayoría de las autoridades locales de Inglaterra han implantado políticas de planificación dirigidas a los establecimientos de comida caliente para llevar» y que «si éstas son como las de Gateshead y convenientemente sólidas y restrictivas, es posible que contribuyan a nuestros esfuerzos por reducir el sobrepeso y la obesidad infantiles».
«Además, dado que este tipo de establecimientos de comida rápida se encuentran en mayor densidad en las comunidades más desfavorecidas, tales políticas podrían contribuir a reducir las desigualdades en materia de salud», asegura la especialista. Te puede interesar:Los 3 postres más insanos y que más engordan de las cadenas de comida rápida
Según los resultados de su estudio, entre los barrios con la mayor proporción de establecimientos de comida rápida, el de Gateshead presentó una reducción estadísticamente significativa del 4,80% en la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil, en comparación con los barrios comparables del noreste.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron datos recopilados por el Gobierno. Entre ellos, tuvieron en cuenta el peso de los niños del Programa Nacional de Medición Infantil, las calificaciones de higiene alimentaria de la Agencia de Normas Alimentarias, y medidas de privación y población de la Oficina de Estadísticas Nacionales.
Alice Wiseman, Directora de Salud Pública del Ayuntamiento de Gateshead y del Ayuntamiento de Newcastle, declara que «crear entornos que favorezcan el acceso a alimentos sanos y asequibles es una de las mayores misiones de salud pública de nuestra generación».
Y continúa: «El reto del peso saludable y el acceso a alimentos nutritivos es complejo, cambiante y difícil de resolver. No hay una solución milagrosa, y se necesitan varias intervenciones para crear un cambio real, impactante y duradero. Es estupendo ver cómo la unión de las administraciones locales e institucionales y unas políticas de planificación sólidas pueden superar estos retos para facilitar unas comunidades más sanas».