Entrevista
«El paciente mayor se recupera antes cuando va al hospital de día geriátrico»
"El manejo proactivo de enfermedades crónicas previene las descompensaciones y crisis agudas", afirma a la sección "10 preguntas" la Dra. María Herrera, jefa de los servicios de Geriatría y Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Infanta Elena
1. Se estima que a nivel mundial hasta la mitad de los adultos mayores de 85 años vive con fragilidad. ¿Y en España?
El 10% de los personas mayores de 65 años se considera frágil y otro 40-50% puede estar en un estado prefrágil. Pero según avanza la edad la fragilidad aumenta, pudiendo llegar a esas cifras e incluso sobrepasarlas, dado el incremento poblacional en esta franja de edad que está experimentando España.
2. ¿Hay diferencias por sexos?
La fragilidad es más común en las mujeres mayores que en los hombres, posiblemente debido a una mayor longevidad y a diferencias en la masa muscular y la composición corporal.
3. El ejercicio regular y la dieta mediterránea ayudan a prevenir la fragilidad. ¿Qué ejercicios y qué no puede faltar en la dieta?
La dieta debe ser variada y sabrosa, nunca debemos ser extremadamente estrictos con este tema en los mayores. Hay que permitirles disfrutar de la comida siempre como premisa y por su puesto dar algunas recomendaciones: no deben faltar el pescado, los lácteos, frutas y verduras, granos enteros como pan integral, avena, arroz integral y quinoa para una ingesta constante de energía y fibra, legumbres, frutos secos y semillas y carne magra y aves.
Además, hay que mantenerse bien hidratado y hacer varias comidas pequeñas al día para mantener los niveles de energía y asegurar una ingesta constante de nutrientes. En cuanto a los suplementos, en algunos casos puede ser necesario suplementar la dieta con vitaminas y minerales, sobre todo vitamina D y B12, bajo la supervisión de un médico.
En cuanto al ejercicio, un programa bien equilibrado que incluya fuerza, equilibrio, flexibilidad y resistencia cardiovascular puede ayudar a prevenir la fragilidad en personas mayores, mejorando su calidad de vida y reduciendo el riesgo de caídas.
4. ¿Por qué nuestros niveles de fragilidad son similares a los del resto del mundo si la dieta mediterránea la previene?
Es cierto que la dieta es favorable, pero no sabemos el porcentaje de pacientes adheridos a ella.
5. ¿Cuál es el perfil del paciente del hospital de día geriátrico?
La mayoría son mayores de 80 años, aunque puede haber excepciones según las condiciones de salud. Los pacientes suelen tener una o más patologías. Tenemos pacientes con síntomas de fragilidad, como pérdida de peso no intencional, debilidad muscular, agotamiento, lentitud en la marcha y baja actividad física. También, muchos tienen algún grado de deterioro cognitivo o demencia. A su vez, hay individuos que necesitan asistencia con actividades diarias como comer, vestirse, bañarse y tomar fármacos. Además, también hay pacientes en proceso de recuperación durante y después de una hospitalización o cirugía, y personas con enfermedades neurodegenerativas.
6. ¿A qué se deben la mayoría de las hospitalizaciones?
La mayoría se debe a una descompensación de enfermedades crónicas. El anciano, además, sufre gran cantidad de infecciones. Las caídas son una causa importante de hospitalización entre los mayores. Otra causa frecuente es la polifarmacia.
7. ¿Por qué acudir a un hospital de día geriátrico puede evitar las hospitalizaciones?
El manejo proactivo de enfermedades crónicas como hipertensión, EPOC o insuficiencia cardíaca puede prevenir descompensaciones y crisis agudas que llevarían a hospitalizaciones. En cuanto a la prevención de caídas y rehabilitación, tenemos programas de ejercicios que ayudan a mejorar la fuerza, el equilibrio y la coordinación de los mayores. Respecto a las infecciones, se pueden detectar en sus etapas iniciales y tratarlas antes de que se vuelvan graves. A su vez, la revisión y gestión de la medicación puede prevenir efectos adversos y complicaciones relacionadas con la polifarmacia. Los hospitales de día pueden proporcionar también educación, tanto a los pacientes como a sus cuidadores, sobre el manejo de enfermedades crónicas.
8. ¿Y de qué modo reduce el tiempo de ingreso?
Se reduce porque desde el inicio del tratamiento el anciano va recuperándose. Con frecuencia vemos en los hospitales a personas mayores con su tratamiento puesto, antibióticos, anticoagulantes… pero en cama durante días. Esto es tremendamente contraproducente en la persona mayor. Sabemos que tras 48 horas encamados se empieza a perder masa muscular, fuerza y movilidad.
En plantas convencionales, al llegar el momento del alta hospitalaria, si el paciente no se ha movido es posible que la familia no se atreva a volver al domicilio, pues no saben cómo manejar al padre o al abuelo que no puede caminar. Esto ya retrasa el alta. Además, durante ese inmovilismo aparecen otras complicaciones como estreñimientos, úlceras por presión, atragantamientos y brocoaspiraciones o trastornos del ritmo del sueño. El encamamiento prolongado es nocivo para el anciano. En cambio, si durante todo el ingreso el paciente ha acudido a un hospital de día el alta tras el tratamiento médico especifico es mucho más segura y exitosa.
9. El hospital de día permite revisar la medicación. ¿Sabe decirme cómo de común son los errores con la medicación en el caso concreto de los mayores de 65 años?
Se estima que entre el 25% y el 50% de los pacientes mayores pueden experimentar algún tipo de error de medicación.
10. Otro de los objetivos es resolver revisiones de consultas e incluso realizar primeras consultas. Entiendo que una vez que es derivado el paciente por el médico de familia, ¿no?
El acceso al hospital de día de geriatría es desde el ingreso en la planta de Geriatría o desde consultas de otros especialistas que piden valoración al geriatra para ver si su paciente es candidato o no a este nivel asistencial. Lamentablemente, la sala es pequeña y la demanda mucha, por eso el geriatra debe analizar bien quién se va beneficiar más de este prestigioso servicio.