
Salud
Nuevo fármaco contra el fallo hepático brinda esperanza a pacientes con cirrosis y enfermedades de hígado
Podría revolucionar la forma en que tratamos la insuficiencia hepática, que afecta a millones de personas en el mundo y cuenta con pocas opciones terapéuticas además del trasplante

Una función importante del hígado es transformar en el cuerpo sustancias tóxicas en inofensivas. Uno de estos compuestos peligrosos para la salud es el amoníaco, que el propio cuerpo produce de forma natural al digerir las proteínas de los alimentos que comemos. Normalmente, el hígado lo convierte en urea, un proceso que permite su eliminación por la orina. Sin embargo, cuando el hígado no funciona correctamente a causa de una enfermedad hepática, el amoníaco se acumula en la sangre causando daños potencialmente mortales en el hígado y el cerebro.
Ahora, un equipo de investigadores de la University College de Londres (UCL) ha identificado un fármaco en fase de ensayo clínico que podría prevenir la acumulación de amoníaco en el organismo y revolucionar el tratamiento de enfermedades hepáticas crónicas con pocas o ninguna opción terapéutica. Este hallazgo, publicado en la revista Science Advances, abre la puerta a nuevas terapias para patologías que derivan en insuficiencia hepática como la cirrosis -que afecta a millones de personas en el mundo-, sino también para otras afecciones relacionadas con la toxicidad del amoníaco en el cuerpo e, incluso, niños con trastornos genéticos.
El problema del amoníaco y su impacto en el hígado
La pérdida de la función cerebral ocurre cuando el hígado ya no es capaz de eliminar las toxinas de la sangre. Esto se conoce como encefalopatía hepática y presenta síntomas como pérdida de memoria, confusión, pérdida del conocimiento y coma. Hasta ahora, se sabía que los niveles elevados de amoníaco causaban esta disfunción cerebral en pacientes con enfermedades hepáticas, pero no estaba claro cómo afectaba al hígado.
El nuevo estudio revela que esta acumulación daña las mitocondrias, las estructuras celulares encargadas de producir energía y eliminar el amoníaco. Cuando las mitocondrias se deterioran, el hígado pierde su capacidad de procesar esta toxina, lo que crea un ciclo de daño progresivo.
Un posible tratamiento para frenar el daño hepático
La investigación ha identificado un fármaco, YAQ-005, que puede prevenir este daño mitocondrial. Originalmente conocido como TAK-242, este medicamento bloquea la vía de señalización TLR4, que activa la producción de proteínas tóxicas (RIPK1 y RIPK3) responsables de la destrucción de las mitocondrias y la muerte celular en el hígado.
Los experimentos en modelos de ratón demostraron que la administración de YAQ-005 redujo significativamente el daño hepático y la cicatrización del hígado. Además, otro fármaco, RIPA-56, ayudó a bloquear la vía RIPK1, lo que reforzó el efecto protector del tratamiento. Estos hallazgos sugieren que YAQ-005 podría ser una opción terapéutica viable para pacientes con cirrosis y otras enfermedades hepáticas que provocan hiperamonemia (acumulación de amoniaco).
Próximos pasos: ensayos clínicos en humanos
Actualmente, YAQ-005 está en fase de ensayos clínicos de fase II para tratar la insuficiencia hepática aguda sobre crónica, una afección que afecta a millones de personas con cirrosis en todo el mundo. Además, los investigadores creen que el fármaco también podría ser útil en niños con trastornos genéticos del ciclo de la urea y otras enfermedades metabólicas que causan acumulación de amoníaco.
El ensayo clínico, patrocinado por la empresa derivada de UCL, Yaqrit, y financiado por una subvención de la Unión Europea, comenzará en 2025 y buscará evaluar la eficacia del fármaco en pacientes humanos.
Si los resultados son positivos, YAQ-005 podría convertirse en una terapia innovadora para prevenir el deterioro hepático en pacientes con enfermedades crónicas del hígado, mejorando su calidad de vida y reduciendo el riesgo de complicaciones graves como la encefalopatía hepática o el coma hepático.
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