Vitalidad

¿Por qué me duelen los huesos con el frío? La verdadera razón

Muchas veces nuestros mayores parecen anticipar tormentas o cambios en el clima, pero esto no es ni por magia, ni por adivinación

El 70% de las personas mayores tiene artrosis en las manos
El 70% de las personas mayores tiene artrosis en las manosDREAMSTIMELA RAZÓN

Cuando las temperaturas caen y el aire se vuelve más húmedo, muchas personas sienten que sus huesos "se quejan". Ese dolor o rigidez que parece acompañar a los días fríos no es solo una impresión, sino una experiencia respaldada por la ciencia. Aunque podría parecer un mito popular o una simple excusa para evitar las bajas temperaturas, la conexión entre el frío y el dolor articular tiene razones biológicas que vale la pena explorar.

Este fenómeno, común entre quienes padecen artritis, artrosis u otras enfermedades reumáticas, también afecta a personas sin diagnóstico previo, generando incomodidad en articulaciones y músculos. Pero ¿qué ocurre exactamente en nuestro cuerpo cuando llega el frío?

El frío y las articulaciones: una relación con base científica

Es habitual escuchar a nuestros mayores predecir tormentas o cambios en el tiempo basándose en el dolor que sienten en las articulaciones. Esto no es un simple mito, sino una experiencia real respaldada por estudios. Las bajas temperaturas, la humedad y los cambios en la presión atmosférica pueden intensificar la sensación de dolor y rigidez, especialmente en personas con enfermedades reumáticas como la artritis o la artrosis.

El frío afecta nuestro cuerpo de varias maneras. En primer lugar, las temperaturas bajas pueden hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, reduciendo el flujo sanguíneo hacia los tejidos periféricos, incluidas las articulaciones. Esto puede provocar que los tejidos se vuelvan más sensibles al dolor. Además, la disminución de la presión barométrica antes de una tormenta puede causar que los tejidos inflamados dentro de las articulaciones se expandan, lo que incrementa la incomodidad.

Artritis y artrosis: dos condiciones que empeoran con el frío

Es importante diferenciar entre estas dos patologías reumáticas:

  • La artritis es una enfermedad inflamatoria autoinmune. En esta condición, el sistema inmunitario ataca por error las articulaciones, causando inflamación, dolor y, en casos graves, daño en los tejidos circundantes. Suele afectar de manera simétrica, especialmente en manos y rodillas, aunque puede presentarse en otras zonas.
  • La artrosis, en cambio, es una enfermedad degenerativa que se produce por el desgaste progresivo del cartílago articular. Este deterioro puede causar fricción entre los huesos, generando inflamación, dolor y pérdida de movilidad. Es común en personas mayores y afecta áreas como las caderas, las rodillas y la columna.

Ambas condiciones comparten la peculiaridad de que sus síntomas suelen intensificarse en climas fríos y húmedos, lo que hace que el invierno sea una época especialmente difícil para quienes las padecen.

Artritis reumatoide
Artritis reumatoideDreamstimeDreamstime

El clima como desencadenante del dolor

Existen tres factores clave del clima que pueden agravar los síntomas articulares:

  • Temperaturas bajas: El frío afecta la elasticidad de los tejidos conectivos y puede provocar contracciones musculares involuntarias, aumentando la sensación de rigidez y dolor.
  • Humedad alta: La humedad intensifica la percepción de frialdad y puede contribuir a la inflamación de las articulaciones.
  • Presión barométrica baja: Antes de una tormenta, la disminución de la presión atmosférica genera cambios en los tejidos articulares inflamados, amplificando las molestias.

Claves para cuidar tus articulaciones en invierno

Aunque no podemos controlar el clima, hay muchas maneras de minimizar su impacto en nuestras articulaciones:

  • Abrígate adecuadamente: Usa ropa térmica y capas que mantengan el calor corporal. Protege especialmente las extremidades y el cuello, ya que son más propensos a perder calor.
  • Calzado apropiado: Elige zapatos impermeables y con buena amortiguación para evitar impactos innecesarios en las articulaciones.
  • Terapias de calor: Aplicar compresas calientes o comenzar el día con una ducha tibia ayuda a aliviar la rigidez matutina.
  • Actividad física moderada: Mantenerse activo es esencial para fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones. Ejercicios suaves como yoga o natación en piscinas climatizadas son ideales.
  • Dieta saludable: Incorpora alimentos ricos en omega-3 y antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación.

El invierno y la salud articular: una conexión ineludible

El frío no es la causa de enfermedades reumáticas, pero su impacto en el cuerpo es innegable. Desde la circulación sanguínea hasta la sensibilidad al dolor, el invierno puede convertirse en un reto para quienes sufren de artritis, artrosis u otros problemas articulares.

Con los cuidados adecuados y una mejor comprensión de cómo el clima afecta a nuestro cuerpo, es posible mitigar los efectos del frío y disfrutar de una temporada más confortable. Este invierno, no dejes que el clima te detenga; protege tus articulaciones y prioriza tu bienestar.