Investigación
Descubren una posible causa del aumento de la incidencia de cáncer en edades tempranas
Un nuevo estudio sugiere que los tumores podrían aparecer solo por cambios epigenéticos (heredados), sin que se deban a mutaciones permanentes en el ADN
En las últimas décadas, se ha producido un preocupante incremento en la detección de casos de cáncer en adultos menores de 50 años. Un estudio reciente a escala global durante tres décadas corroboró la tendencia, que ya había sido identificada en investigaciones previas, y reveló un aumento de cerca del 80% en estos diagnósticos entre 1990 y 2019. Aunque esta cifra es alarmante, su interpretación requiere de matices y contexto, ya que esta estadística se refiere a casos totales, y durante el mismo período, la población mundial también creció en un 45%, superando ligeramente el aumento observado en el grupo de edad 18 a 49 años.
Además, hay que tener en cuenta que la detección temprana de estas enfermedades ha mejorado a lo largo de los años, especialmente en países que han experimentado un rápido progreso económico durante estas tres décadas.
Y es que, tradicionalmente, el cáncer se ha considerado una enfermedad que afectaba a personas mayores (adultos de 50 años o más), "pero datos recientes sugieren un marcado aumento en la incidencia de cáncer de mama, colon, páncreas, cabeza y cuello, riñón y órganos reproductivos entre pacientes menores de 50 años, lo que se conoce como cáncer de aparición temprana", señalaban hace unos meses en otra investigación Benjamin Koh, de la Universidad Nacional de Singapur. La investigación también apuntó a que los cánceres entre personas mayores de 65 años habían disminuido y, en menor medida, también habían caído entre los que rondan los 50.
Aún así, la comunidad científica sigue investigando sobre los factores detrás de este cambio de tendencia. Algunos posibles motivos podrían ser la obesidad y un estilo de vida poco saludable que incluye alcohol, tabaco, sedentarismo y pocas horas de sueño. Además, también podrían influir factores que se escapan al control humano, como la exposición a sustancias químicas cancerígenas.
Ahora, una investigación publicada en la revista Nature sugiere una nueva hipótesis relacionada con el propio proceso de formación de los tumores, que podría darse únicamente por cambios epigenéticos (cambios en la función de los genes que son hereditarios), sin que existan mutaciones permanentes en el ADN.
Aunque el inicio y la progresión del cáncer generalmente se asocian con la acumulación de mutaciones genéticas somáticas (alteraciones en el ADN que ocurren después de la concepción), los científicos señalan que alteraciones epigenómicas sustanciales subyacen a muchos aspectos de la génesis de los tumores y la susceptibilidad al cáncer. Por ello, los mecanismos genéticos podrían no ser los únicos impulsores de la transformación maligna.
Sin embargo, se desconoce si los mecanismos puramente no genéticos son suficientes para iniciar el proceso de tumorgenesis, independientemente de las mutaciones. "La tumorigénesis está asociada con determinantes genéticos y epigenéticos. El hecho de que varias características del cáncer humano puedan adquirirse a través de la desregulación del epigenoma sugiere que las alteraciones epigenéticas desempeñan funciones causales en el cáncer y en la progresión metastásica", explican en el estudio.
Para comprobarlo, los investigadores estudiaron en moscas de la fruta si una perturbación de las proteínas del grupo Polycomb- un tipo de proteínas altamente conservadas desde la mosca hasta el ser humano que desempeñan un papel fundamental en la memoria celular - era suficiente para inducir un cambio irreversible hacia una célula cancerosa.
Los resultados mostraron que la reducción de las proteínas Polycomb (una familia de complejos de proteínas descubiertos por primera vez en las moscas de la fruta) puede inducir cáncer en ausencia de mutaciones impulsoras, lo que sugiere que los tumores pueden surgir a través de una desregulación epigenética.
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