Salud
Una de cada tres personas padecerá una arritmia cardíaca a lo largo de su vida: Síntomas, cómo detectarlas y cómo tratarlas
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en la calidad de vida y la salud a largo plazo
Las arritmias cardíacas son trastornos en el ritmo regular del corazón, que pueden manifestarse con latidos demasiado rápidos, lentos o irregulares. Detectar estos problemas a tiempo es fundamental para prevenir complicaciones y garantizar un tratamiento adecuado.
Síntomas de las arritmias
Palpitaciones: Es una sensación de latidos cardíacos rápidos, fuertes o irregulares en el pecho, cuello o garganta. Pueden ser percibidas como latidos saltados, pausas o golpes fuertes.
Fatiga excesiva: Las personas con arritmias pueden experimentar una sensación constante de cansancio o falta de energía, incluso después de un descanso adecuado.
Mareos o desmayos: Las arritmias pueden causar desmayos o episodios de mareo repentino debido a la falta de flujo sanguíneo adecuado hacia el cerebro.
Dificultad para respirar: Algunas arritmias pueden llevar a una insuficiencia cardíaca congestiva, lo que provoca dificultad para respirar, especialmente durante la actividad física o al acostarse.
Dolor en el pecho o malestar: Algunas personas pueden sentir dolor en el pecho similar al de un ataque cardíaco, aunque en las arritmias, el dolor suele estar relacionado con la frecuencia cardíaca anormal.
Sudoración excesiva: Las arritmias pueden desencadenar sudoración inusual, particularmente cuando no hay un esfuerzo físico considerable.
Cómo detectarlas
Para detectar si estás experimentando una arritmia, es fundamental realizar un electrocardiograma (ECG) que registre la actividad eléctrica del corazón. Este examen puede ser prescrito por un médico si presentas síntomas sospechosos.
Cómo tratar las arritmias
Cambios en el estilo de vida: Adoptar un estilo de vida saludable es crucial. Esto incluye una dieta balanceada, ejercicio regular, evitación del tabaco y consumo moderado de alcohol y cafeína.
Medicamentos: Los medicamentos antiarrítmicos pueden controlar el ritmo y la frecuencia cardíaca. Los betabloqueantes, los bloqueadores de los canales de calcio y los anticoagulantes pueden ser recetados según la necesidad.
Cardioversión: Este procedimiento utiliza choques eléctricos controlados para restaurar el ritmo cardíaco normal. Puede realizarse de forma eléctrica o con medicamentos.
Ablación por catéter: Se introduce un catéter en el corazón para destruir las células cardíacas que causan las arritmias. Es un tratamiento eficaz para algunos tipos de arritmias.
Implante de marcapasos: Este dispositivo electrónico se coloca en el pecho y envía impulsos eléctricos para mantener un ritmo cardíaco regular. Es comúnmente usado para tratar arritmias lentas.
Desfibrilador implantable: Similar al marcapasos, pero este dispositivo detecta y corrige ritmos cardíacos potencialmente mortales con descargas eléctricas.
Cirugía: En algunos casos graves, se puede optar por una cirugía para corregir anormalidades estructurales del corazón que causan las arritmias.