El mismo alimento puede presentarse en mil y una variedades en distintas zonas del mundo. Incluso dentro de España, podemos encontrar alimentos de diverso tipo, como por ejemplo la patata. Además de haberlas con diverso apellido (desde Monalisa a Redpontiac), por supuesto, se pueden cocinar de multitud de maneras. Aunque no es la patata, algo similar sucede con un alimento que no falla en la dieta de las personas más longevas del mundo, o aquellas que viven más de 100 años.

En la variedad está el gusto, pero hay un alimento que aparece una y otra vez en la dieta de los supercentenarios. Así lo sostiene el periodista Dan Buettner, conocido por acuñar el término de "Zonas Azules", que son aquellas áreas en las que habita el mayor número de personas con 100 años o más de todo el planeta.

"Hace unos años, viajé a Okinawa (Japón), Nicoya (Costa Rica), Ikaria (Grecia), Loma Linda (California) y Cerdeña (Italia), todas ellas Zonas Azules", recuerda. ¿El objetivo? Averiguar qué comían los centenarios para vivir hasta los 100 años. "También pregunté a docenas de los mejores nutricionistas y científicos alimentarios del mundo qué deberíamos comer para disfrutar de una vida larga y sana, cuidando al mismo tiempo del medio ambiente", destaca.

Llego a una conclusión tan visible, relata, como "una señal de neón intermitente". Una revelación que "podría resultar chocante para los seguidores de las últimas dietas de moda", incluso. Buettner explica que de los 10 alimentos más recomendados por las personas que viven más de 100 años, la mitad pertenecían a la familia de las alubias. Desde las lentejas a la soja verde, pasando por los garbanzos y alubias negras.

Las alubias que comen los que más viven

En la península costarricense de Nicoya, por ejemplo, Buettner cuenta que día puede empezar con una tortilla de maíz caliente rellena de sabrosas alubias negras. Por su parte, al otro lado del océano Atlántico, en la isla italiana de Cerdeña, el almuerzo también incluye alubias. En este caso, es típico tomar un humeante tazón de sopa minestrone, con habas, arándanos y garbanzos. Muy similar al cocido madrileño, pero vegetariano y con judías pintas.

Al mismo tiempo, en la isla japonesa de Okinawa, donde se encuentran muchos de los supercentenarios del mundo, la cena puede incluir un sabroso salteado con judías verdes, soja verde o brotes de judía mungo (un tipo de fabe asiática).

"¿Coincidencia? No lo creo. Un estudio realizado en 2004 con personas de 70 años o más en tres culturas diferentes de todo el mundo descubrió que por cada dos cucharadas de judías al día que consumían los individuos, reducían su riesgo de morir en un 8%", apunta Buettner.

Además, él afirma que otras investigaciones han demostrado que las alubias no sólo aportan hidratos de carbono complejos, proteínas y oligoelementos que nuestro organismo necesita. También realizan un aporte importante de fibra para nuestro microbioma, lo que refuerza nuestro sistema inmunitario.

Esto tiene sentido, dice, "porque los residentes de la Zona Azul no consiguen su extraordinaria longevidad únicamente gracias a unos genes superiores, sino también evitando la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiacas, la demencia y los cánceres mejor que el resto de nosotros".

Por el contrario, según Gallup, casi dos tercios de los estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos. Y según un reciente estudio de Harvard, tenemos una esperanza de vida media más corta que los residentes de casi cualquier otro país de renta alta, en gran parte debido a nuestras dietas y estilos de vida.

Así pues, Buettner anima a tomar legumbres y alubias porque "en todas las zonas azules que he visitado, generaciones de cocineros han hecho de las alubias un ingrediente clave de sus recetas más populares". Entre ellas resalta las ensaladas frías con garbanzos y habas, las judías verdes y pintas, las sopas de alubias, los frijoles en tacos, el edamame japonés, etc.