Bienestar
Los 5 alimentos que "arruinan" la memoria según Harvard
Una experta en nutrición analiza el impacto de los cambios dietéticos en el cerebro humano, la memoria o la pérdida de concentración
Cuidar tu cerebro, el órgano detrás de casi todo lo que hacemos, es esencial. El cerebro controla la respiración, la frecuencia cardíaca, la digestión, la temperatura, los cinco sentidos y el movimiento. Pero también permite pensar, hablar, manejar las emociones o gozar de memoria.
Lo que comemos puede afectar directamente a nuestro cerebro e, incluso prevenir demencias y otras enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson. Así, por ejemplo, cada vez existen más evidencias científicas de que la Dieta Mediterránea es capaz de rejuvenecer cerebro 10 años, entre otras pautas alimentarias beneficiosas. Por contra, se ha constatado que otros alimentos puede empeorar la función cerebral.
Así lo recalca un artículo publicado en la CNBC, donde la doctora Uma Naidoo, fundadora de la primera unidad de Psiquiatría Nutricional del mundo y miembro de la Facultad de Medicina de Harvard recoge algunos de los alimentos que suele consumir para potenciar su memoria, así como otros que prefiere desechar de su dieta.
"Alimentos como las verduras de hoja verde, las frutas y verduras de colores, el marisco, los frutos secos, las legumbres y las semillas favorecen la salud cerebral", destaca. "Pero a continuación le indicamos cinco alimentos que debe evitar si quiere mantener la memoria y la concentración. Por supuesto, es difícil eliminarlos por completo de tu dieta, así que la moderación es la clave", apunta.
Naidoo ha dedicado su carrera al estudio de la alimentación y su relación con la salud mental o el impacto de los cambios dietéticos en el cerebro humano. Es por ello que ha elaborado una lista de cinco alimentos cuyo consumo desproporcionado puede suponer un problema para la memoria o la capacidad de concentración.
1. Aceites industriales
Los primeros a evitar son los alimentos elaborados con aceites de semillas industriales y procesados. La experta detalla que los aceites altamente procesados suelen extraerse de semillas de soja, maíz, colza (fuente del aceite de canola), algodón, girasol y cártamo, y contienen muchos ácidos grasos omega-6. Estos pueden ocasionar que el organismo produzca sustancias químicas que pueden provocar inflamación en el cerebro. "Si vas a saltear verduras o asar pescado o carne, te recomiendo que utilices aceite de oliva, coco o aguacate", indica Naidoo.
2. Alimentos con azúcares añadidos y refinados
"Nuestro cerebro utiliza energía en forma de glucosa, un tipo de azúcar, para alimentar las actividades celulares. Pero una dieta rica en azúcar puede provocar un exceso de glucosa en el cerebro", advierte. Esto puede provocar alteraciones de la memoria y una menor plasticidad del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
"No olvide que muchos alimentos salados también contienen azúcares añadidos ocultos, como las salsas para pasta, el ketchup, los aliños para ensaladas e incluso las sopas enlatadas. Cámbialos por productos caseros elaborados con alimentos integrales", aconseja la experta de Harvard.
3. Alimentos procesados
Una dieta alta en alimentos ultraprocesados puede ponerle en riesgo de tener telómeros más cortos o la "tapa" de nuestro ADN. Los telómeros más largos tienden a promover un envejecimiento celular saludable, explica Naidoo. Es por ello que acortar nuestros telómeros puede significar que corremos el riesgo de padecer enfermedades degenerativas a una edad más temprana.
Un estudio de 2022 también descubrió que los participantes que consumían grandes cantidades de alimentos ultraprocesados, como bollería y refrescos, eran más propensos a sufrir una depresión leve en comparación con los que menos consumían. Así, el consejo que da Naidoo es que si no puedes pronunciar un ingrediente o no tienes ni idea de lo que es, a menudo es mejor evitarlo.
4. Alimentos con edulcorantes artificiales
Cuando utilizamos edulcorantes artificiales a menudo olvidamos que no tienen ningún valor nutricional, y que además pueden aumentar las bacterias intestinales "malas", lo que puede afectar negativamente al estado de ánimo.
Entre estos edulcorantes se encuentran la sacarina, la sucralosa y la estevia. El aspartamo puede ser especialmente perjudicial, y se ha relacionado directamente con la ansiedad en estudios de investigación. También provoca oxidación, lo que aumenta los radicales libres dañinos en el cerebro. Lo bueno es que son fácilmente reemplazables por miel, extracto de fruta de monje o azúcar de coco.
5. Frituras
Son fáciles de hacer y en España los alimentos rebozados o fritos forman parte del recetario habitual, pero pueden ser perjudiciales para el cerebro. Un estudio realizado con más de 18.000 personas descubrió que una dieta rica en alimentos fritos estaba relacionada con puntuaciones más bajas en memoria y cognición. Como alternativa, Naidoo sugiere optar por cocinar al horno o al vapor todo lo que se iba a freír con aceite.
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