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Investigación

Andar 10.000 pasos diarios contrarresta los riesgos de enfermedad en personas muy sedentarias

"Cualquier cantidad por encima de los 2.200/día se asoció con una menor mortalidad", señala uno de los autores del estudio

Un estudio revela que caminar puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 Canva

Caminar entre 9.000 y 10.000 pasos al día se relaciona con un 39% menos de riesgo de muerte y un 21% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular, independientemente del tiempo de sedentarismo registrado. Así lo afirma un nuevo estudio del Centro Charles Perkins, de la Universidad de Sydney (Australia) que analiza, por primera vez, si el número de pasos, medidos objetivamente a través de dispositivos portátiles que se llevan en la muñeca, contrarresta los riesgos para la salud que conlleva una vida muy sedentaria. Se define como tal aquella en la que la persona pasa sin moverse ni hacer ejercicio físico más de 10,5 horas diarias. La investigación, publicada en la revista The British Journal of Sports Medicine se realizó con datos de 72.174 personas del Biobanco de Reino Unido, la mayor muestra analizada hasta la fecha para averiguar esta relación.

«Cualquier cantidad de pasos diarios por encima de los 2.200 pasos/día de referencia se asoció con una menor mortalidad y riesgo de incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV), tanto para el tiempo de sedentarismo bajo como para el alto. Sumar entre 9.000 y 10.000 pasos por día redujo de manera óptima el riesgo de mortalidad y de ECV incidente entre los participantes muy sedentarios», señaló el autor principal, Matthew Ahmadi.

Aun así, destacó que «esto no es una ‘tarjeta para salir de la cárcel’ para las personas que son sedentarias durante períodos excesivos de tiempo, pero sí contiene un importante mensaje de salud pública de que todo movimiento importa, y de que las personas deben intentar compensar las consecuencias para la salud del tiempo sedentario aumentando el número de pasos».

Al tratarse de un estudio observacional, no es posible establecer una relación directa causa- efecto. Sin embargo, el gran tamaño de la muestra y el largo seguimiento (6,9 años) permitieron reducir el riesgo de sesgo.