Entrevista

«Más de mil europeos no tendrán que someterse a un cateterismo cada año»

El doctor Borja Ibáñez, especialista en Cardiología Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz y director de Investigación Clínica del CNIC, explica el avance que puede suponer haber identificado el primer biomarcador en sangre que diferencia la miocarditis de un ataque al corazón

El Dr. Borja Ibáñez, especialista en Cardiología Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz y director de Investigación Clínica del CNIC
El Dr. Borja Ibáñez, especialista en Cardiología Intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz y director de Investigación Clínica del CNICLuis DíazLa Razón

-El Instituto de Investigaciones Sanitarias de la Fundación Jiménez Díaz es uno de los siete hospitales españoles que han participado en el estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) que ha identificado el primer biomarcador en sangre que distingue la miocarditis de un infarto agudo de miocardio. ¿Cuál ha sido el papel de su equipo?

-Nuestro papel ha sido doble. Por un lado, nuestros científicos se han implicado en el diseño de la validación clínica y en construir la red internacional de colaboradores, con los que hemos realizado otros proyectos en el pasado. Por otro lado, al ser un centro de alto volumen, hemos incluido a pacientes con miocarditis y con infarto para estudiar la concentración del biomarcador.

-¿Con cuántos pacientes han validado el biomarcador en su centro?

-Cerca de 10 pacientes de la cohorte española fueron incluidos en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

-Este hallazgo permitirá que con una sola gota de sangre se pueda hacer una prueba que hoy tarda un par de horas y en un futuro será cuestión de minutos para saber si es miocarditis o ataque al corazón. Todo un logro. ¿Cuántos cateterismos aproximadamente se podrían evitar?

-Es difícil llegar a un número exacto, pero más de 1.000 pacientes en Europa podrían beneficiarse cada año de este avance.

-¿Están aumentado las miocarditis en España? ¿Por qué?

-Es difícil saberlo a ciencia cierta porque hoy en día se hacen muchas pruebas complementarias que ayudan a llegar al diagnóstico, mientras que antes probablemente estaba infradiagnosticado. Con este avance, puede que incluso podamos identificar más pacientes aún con miocarditis en el futuro próximo.

-¿Cuál es la diferencia entre miocarditis e infarto agudo de miocardio?

-Aunque muchas veces la forma de presentación (síntomas y signos) es muy parecida, son procesos totalmente diferentes. El infarto es secundario a la formación de un trombo en una coronaria que impide el riego sanguíneo en una zona del corazón, mientras que la miocarditis es una inflamación de músculo cardíaco.

-¿Cómo se puede prevenir la miocarditis?

-La miocarditis puede tener diversos orígenes, siendo la infección viral el más frecuente. En otras ocasiones puede ser secundaria a consumo de tóxicos o a un efecto adverso de alguna medicación. Lamentablemente, la prevención es muy complicada en este caso.

-No es el único proyecto en el que usted y su equipo han participado. Recientemente, colaboraron en el proyecto del CNIC y Philips que desarrolló una resonancia magnética cardíaca ultra-rápida que analiza el corazón en menos de un minuto. ¿Qué posibilita esta técnica?

-Yo realizo una actividad mixta, parte en el Hospital Fundación Jiménez Díaz y parte en el propio CNIC. De hecho, he sido uno de los líderes del proyecto de la resonancia magnética ultra-rápida. Hemos conseguido reducir el tiempo de adquisición de una resonancia magnética cardíaca desde 45 minutos a sólo 40 segundos. Nosotros desarrollamos esta metodología primero en modelos experimentales y luego la llevamos a los pacientes. La metodología que hay detrás de este gran avance se basa en la identificación de estructuras móviles y fijas en el tórax. De esta manera se optimiza la adquisición de una manera enorme.

-Reduce en más de un 90% el tiempo que el paciente está dentro de la máquina. ¿En un futuro será posible para el resto de resonancias magnéticas?

-Este desarrollo que hicimos CNIC y Philips en conjunto, con la participación de varios centros clínicos, incluida la Fundación Jiménez Díaz, podría utilizarse en cualquier equipo de resonancia magnética actual. Esto es un gran atractivo, ya que no habría que renovar los equipos, sino sólo instalar un software. Este avance está dedicado al corazón, ya que, al ser estructura móvil, es muy complicado de escanear.

-¿Cuándo será realidad en la práctica clínica?

-Actualmente estamos empezando una validación multinacional gracias a un proyecto recién iniciado financiado por la Comisión Europea («Resilience»). Pensamos que a lo largo de 2022 podría ser una realidad clínica en los hospitales, pero aún queda el último paso por dar.

-Por último, ¿en qué proyectos están trabajando en este momento?

Actualmente tenemos un gran número de proyectos en marcha, muchos de ellos financiados por la Comisión Europea, como son «Matrix», «Resilience» y «RITA-MI2». Los primeros tienen relación con el campo de la Cardio-Oncología y el último, con el campo del infarto agudo de miocardio. Además, estamos liderando diferentes ensayos clínicos, incluido «Reboot», que es el ensayo clínico más grande a nivel mundial estudiando el valor de los betabloqueantes en pacientes post-infarto. Nuestro hospital tiene una vocación muy fuerte por la investigación y por ello estas actividades con consideradas estratégicas.