Transporte ferroviario

El tren descarrilado en el túnel de Atocha, irrecuperable, irá directo al desguace

Los trabajos para su segmentación están muy avanzados pese a las dificultades de la operación

Interrumpida la circulación de trenes en el túnel de AVE que une las estaciones de Atocha y Chamartín
Interrumpida la circulación de trenes en el túnel de AVE que une las estaciones de Atocha y ChamartínEuropa Press

El Alstoms S114 que descarriló a mediados de octubre en el túnel de alta velocidad que une las estaciones de Atocha y Chamartín ha quedado irrecuperable para el servicio. El convoy, que fue descarrilado de la vía por un técnico del centro de control de Adif tras soltarse de otro modelo similar que lo remolcaba a los talleres de Fuencarral, está siendo todavía segmentado en el interior del túnel para extraerlo por partes.

Como explican desde Renfe, la altura de la bóveda, de siete metros, ha impedido introducir en la infraestructura una pluma con la que levantarlo para rescatarlo, obligando a una drástica solución que va a dejar a la operadora sin uno de sus trenes.

Antes de proceder a despiezar el tren, Renfe ha extraído tanto de la unidad tractora como de los coches todos aquellos elementos que son potencialmente reutilizables. Para tratar el resto del material, la operadora pública ha contratado a una empresa especializada en reciclaje dado que, como explican, «se trata de materiales técnicos que deben ser tratados según la Ley de retirada de residuos» y no pueden ir directos a cualquier lugar. Eso, aclaran, no significa en ningún caso que esta tercera compañía esté al cargo de la operativa de rescate.

A pesar de que ya ha trascurrido más de un mes y medio desde que se produjo el accidente, el tren sigue atrapado en el túnel porque los trabajos se están realizando en ventanas de tiempo muy pequeñas. Renfe y Adif acordaron sacarlo sin interrumpir el tráfico de alta velocidad que transcurre por el túnel. Eso significa, como recuerdan desde la operadora, que sólo disponen para hacer los trabajos de cuatro horas diarias, que es la denominada banda de mantenimiento en la que no hay circulaciones y en la que los operarios de Adif aprovechan para hacer las tareas de mantenimiento de la infraestructura ferroviaria.

De entre las tareas que quedan pendientes por acometer está la de segmentar un coche que quedó en posición vertical tras el accidente. Según explican desde Renfe, se trabajará sobre el mismo fuera de la vía después de haber estudiado varias soluciones.

Accidente

Según el breve relato inicial del accidente que publicó la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), que está indagando lo que ocurrió, el tren, formado por dos unidades de la serie 114, circuló por el túnel de alta velocidad de Atocha a Chamartín, pero a la entrada de la estación de Chamartín la unidad de cabeza sufrió «un fallo de tracción que le impidió subir la rampa de entrada a la estación (de unas 30 milésimas)». Para superar la rampa, el maquinista y el puesto de mando acordaron que el tren retrocediese para tomar impulso desde un tramo más llano. Mientras se preparaba esta maniobra, la unidad de tren averiada se soltó de su enganche y comenzó a derivar túnel abajo «sin frenos, sin batería y con los dos técnicos a bordo». Tras más de cuatro kilómetros de deriva por el túnel (con pendientes de entre 12 y 30 milésimas), la unidad llegó «a gran velocidad» al puesto de banalización de Jardín Botánico, donde fue cambiada de la vía nº 1 a la nº 2 [por un trabajador de Adif]. En la siguiente curva tras el cambio de vía, la unidad descarriló y se salió por la tangente, chocando contra el muro del túnel sin que se produjeran víctimas.