Piercings
Piercings: los riesgos de llevarlos en los genitales
Los hombres pueden sufrir serias alteraciones en el pene
El llamado "Bodyart" lleva años extendido por nuestra sociedad sin alterarnos ver a alguien por la calle lleno de pendientes por el cuerpo, pero hay zonas en él que siguen teniendo un índice de riesgo más elevados que otros. Algunos lo justifican como estético pero por ello, precisamente no es, aunque nunca se sabe quiénes lo podrán ver. Los piercings en la zona genital se eligen para dar y recibir mayor placer sexual. Porque "dicen" que aumentan la intensidad de las relaciones. Pero nada más lejos de la realidad. Expertos afirman que "no produce alteraciones en el orgasmo". Aún así, la creencia está tan extendida que incluso en Asia desde hace algunos años (y ahora ya extendido en todo el mundo) se realizan nódulos artificiales en el pene o cuentas de collar de plástico debajo de la piel del genital.
Desmentido el mito "eróticofestivo", los profesionales advierten de los riesgos que conlleva. Especifican que, en el caso de la mujer, son tres las zonas elegidas: el labio mayor, el menor y el clítoris. Entre los inconvenientes destaca la cicatrización, ya que "en el clítoris en concreto, tarda entre dos y seis semanas, mientras que en los labios es de cuatro, y eso es demasiado tiempo".
El triángulo, el capuchón clitoridiano horizontal, el vertical... Cada uno en función del tamaño del clítoris. Pero esta práctica puede llegar a producir alteraciones en los métodos de protección sexual, como por ejemplo rasgar el preservativo. Las alergias al material y las infecciones de la piel también son importantes, y tampoco hay que olvidar la irritación por contacto que puede llegar a ser una molestia que afecte al día a día de la persona.
Ellas y sus pezones
Los pezones también es una elección, sobre todo en las mujeres, pero como advierten hoy en día muchas páginas web e incluso los centros de perforación, la infección puede producir mastitis. Y la sensibilidad y reactividad del pezón puede verse comprometida y dificultar o impedir la lactancia.
Pero no sólo ellas corren riesgos. Los hombres pueden sufrir serias alteraciones en el pene. Con los traumatismos o roces continuados sobre una zona mucosa delicada, ésta puede engrosarse y dar origen a la leucoplasias o eritroplasias, que pueden ser precursoras de lesiones malignas. Además, en las proximidades de la uretra se producen deformaciones y obstrucciones por cicatrices patológicas e hipertróficas, que dificultarán la salida de la orina.
Higiene y Complicaciones
Ya sea por pereza o por falta de información entre los problemas que nos podemos encontrar a la hora de perforarse la piel en alguna de estas zonas pueden ser, mayoritariamente, por falta de higiene. Las indicaciones son claras pero a veces, incluso el propio cuerpo puede rechazar el objeto externo.
Si la infección se produce se recomienda retirar el pendiente y lavarlo con las manos limpias a diario con jabones indicados especialmente para ello y además de la aplicación de pomadas antibióticas en la zona afectada. En mayor medida pero que también pueden acarrear consecuencias fatales es el riesgo de los piercings en zonas de gran afluencia sanguínea ya que si esta higiene no se extrema se multiplica el riesgo de contraer Hepatitis B y en un extremo el VIH.