La investigación abierta sobre supuestos abusos sexuales cometidos en Granada contra, al menos, un menor, por los que ayer fueron arrestados tres sacerdotes y un seglar descarta de momento la práctica de nuevas detenciones, según ha manifestado hoy el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez. A preguntas de los periodistas, el subdelegado ha informado de que los cuatro detenidos están prestando declaración en la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental, donde pasaron la noche.

Es posible, ha indicado, que el proceso de la toma de declaraciones se alargue durante esta jornada, y si no concluyera hoy se dedicaría también parte de mañana a ello, tras lo cual serían puestos a disposición del juez de Instrucción 4 de Granada, Antonio Moreno, que instruye la causa, sobre la que permanece decretado el secreto de sumario desde que se abrieron las diligencias a principios de este mes.

El subdelegado ha confirmado que, de momento, solo consta una denuncia de supuestos abusos sexuales: la del joven de 24 años que dio origen a las diligencias ahora en marcha.

"Se ha hablado de que en el ámbito eclesiástico hay otra, pero oficialmente no nos ha llegado ninguna más. Si llegara se investigaría", ha agregado el subdelegado.

Pérez ha descartado nuevas detenciones de momento, salvo que la investigación abierta y las declaraciones de los acusados lleven a "un rumbo diferente", pero "por ahora no se esperan más arrestos", ha reiterado.

Interrogado sobre si eso quiere decir que la supuesta trama de abusos sexuales estuviera controlada, ha dicho que "eso nunca se puede decir, pero en vista de la denuncia que se presentó y del curso de las investigaciones, si no hay más denunciantes y no se abre otra línea diferente, ahora mismo se descarta que haya nuevas detenciones".

El subdelegado ha eludido pronunciarse sobre el resultado del registro practicado ayer tarde en un chalé de Pinos Genil (Granada) propiedad de los acusados en los que se habrían producido algunos de los abusos sexuales denunciados.

Respecto a la medida tomada por el juez de incomunicar a los cuatro detenidos, lo que motivó ayer la queja de su abogado, que la consideró "desproporcionada", el subdelegado ha señalado que es una práctica policial que si se ha adoptado será porque puede ser eficaz para la línea de investigación.

Interrogado sobre los motivos por los que el profesor de religión detenido junto a los tres sacerdotes ha seguido dando clases hasta el viernes pasado, cuando estaba siendo investigado con anterioridad, ha dicho que este asunto tiene "dos vertientes: la policial y la religiosa".

"La Policía ha hecho su trabajo, había -inicialmente- tres o cuatro implicados, al final hay indicios de que (el profesor) podía tener alguna implicación y por eso se decidió detenerlo. Lo mismo la autoridad eclesiástica no conocía estos pormenores", ha explicado.