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Ni aceite de oliva ni jamón ibérico: este es el producto que más se roba en los supermercados del País Vasco
Según un estudio de STC, estos hurtos están relacionados con la reventa y no con el consumo propio

El robo en supermercados es una preocupación constante para los establecimientos comerciales, y cada año los productos más sustraídos van cambiando según el aumento de precios. Aunque podría pensarse que el aceite de oliva o el jamón ibérico lideran la lista de hurtos, la realidad en el País Vasco es diferente: los licores, especialmente el whisky, la ginebra y el vodka, encabezan el ranking de productos más robados en la región.
Un mapa de hurtos que varía según la comunidad
Según el IV Estudio sobre el Hurto en Supermercados, elaborado por STC, en la mayoría de las comunidades autónomas el aceite de oliva ha pasado a ocupar el primer lugar como producto más sustraído. Sin embargo, hay excepciones a esta tendencia. En Canarias, La Rioja y el País Vasco, los artículos más robados siguen siendo las bebidas alcohólicas de alta graduación.
Este fenómeno se debe a varios factores. En primer lugar, el precio de estos productos los convierte en objetivos atractivos para el hurto, tanto para consumo personal como para la reventa en mercados ilegales. Además, su facilidad para esconderlo y la alta demanda en el mercado negro los hacen especialmente codiciados.

Más allá del alcohol: otros productos en la mira
Aunque los licores encabezan la lista de productos hurtados en el País Vasco, hay otros artículos que también están entre los más robados en supermercados y grandes superficies:
- Ibéricos y vinos: Productos gourmet que siguen siendo objeto de deseo por su alto valor económico.
- Conservas premium: En especial el bonito y la ventresca de atún, que han incrementado su precio en los últimos años.
- Chocolate y café: En varias comunidades han experimentado un aumento en los robos, lo que sugiere una tendencia al alza también en el País Vasco.
El estudio de STC desmiente la idea de que los hurtos en supermercados se deben a la necesidad de productos básicos. En lugar de alimentos esenciales como arroz o pasta, los artículos robados suelen ser aquellos de alto valor, lo que sugiere que muchos de estos hurtos están relacionados con la reventa y no con el consumo propio.
Salvador Cañones, socio director de STC, afirma que "cada año observamos que los productos sustraídos no son de primera necesidad, sino que son aquellos con un precio elevado". No desaparecen productos de primera necesidad, sino los de lujo o los que pueden revenderse con facilidad. Este patrón refuerza la hipótesis de que gran parte de los hurtos son cometidos por redes organizadas, aunque también hay individuos que los venden a través de canales alternativos.
Muy alto en las listas se encuentran los ibéricos y el vino e incluso las conservas selectas como el bonito o la ventresca de atún. “No desaparece el arroz o la pasta ni siquiera el jamón barato, sino el ibérico. Con estos datos, podríamos estar de acuerdo en que el hurto famélico, aunque existe, no es relevante”, añade Cañones.

El 71% de los supermercados consideran que los hurtos irán en aumento
La preocupación por el incremento de hurtos en supermercados sigue en ascenso. El estudio revela que en nueve comunidades se ha detectado un aumento alarmante en el robo de tabletas de chocolate, en cuatro comunidades el café se ha convertido en un objetivo prioritario y en tres comunidades, las cremas solares han comenzado a ser objeto de hurto con mayor frecuencia.
El paralelismo entre el incremento de robos de estos productos y el alza de sus precios es evidente. "El chocolate y el café han sufrido un incremento significativo en sus costos debido a factores económicos y ambientales. Esta situación refleja lo que ya sucedió con el aceite de oliva", explica Cañones.
Las perspectivas no son alentadoras para los próximos años. Según los datos recogidos, el 71% de los supermercados encuestados considera que los hurtos seguirán en aumento en 2025, mientras que sólo el 5% cree que la situación mejorará.
A medida que los precios de ciertos productos continúan alza, es probable que los patrones de hurto se mantengan o incluso se intensifiquen. La distribución comercial se enfrenta al desafío de reforzar sus medidas de seguridad y buscar soluciones para mitigar estas pérdidas.
El caso del País Vasco, donde los licores siguen siendo los artículos más robados, demuestra que el hurto en supermercados no responde a una única causa, sino a una combinación de factores económicos, sociales y de oportunidad. Con el aumento de precios y la creciente organización de bandas dedicadas a este tipo de delitos, la situación podría volverse aún más preocupante en los próximos años.
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