Parresía
¡Mujer tenía que ser!
Ni el cambio de ubicación de la tribuna, con las autoridades más alejadas del público que nunca, ha podido evitar que la tensión política resuene en forma de pitadas, abucheos y consignas «malditas» para Sánchez
Vaya por delante que, en el día de la Fiesta Nacional –una jornada pensada para expresar la concordia en un país, por encima de todo lo demás– no resulta apropiado ni elegante recurrir al abucheo o al insulto a un presidente del Gobierno. Pero amigos, ya saben ustedes que la calle es soberana y no está el horno para bollos.
Ni el cambio de ubicación de la tribuna, con las autoridades más alejadas del público que nunca, ha podido evitar que la tensión política resuene en forma de pitadas, abucheos y consignas «malditas» para Sánchez. El presidente en funciones sabía que eso iba a ocurrir y, de hecho, días antes, con una inédita anticipación, ya culpaba públicamente al PP y a Vox del «que te vote Txapote» y del «Puigdemont a prisión», auténticas bandas sonoras de este 12 de octubre. No es capaz de comprender Sánchez que muchos españoles, independientemente de su ideología, censuran la amnistía que prepara para los líderes del Procès, con tal de seguir en La Moncloa. Y más, esos que abarrotaban la Castellana.
El mismo Puigdemont que el público mandaba ayer a prisión será quien decida si hay Gobierno o vamos de nuevo a elecciones. Y el fugado quiere para sí, por lo menos, el mismo trato que Oriol Junqueras ha recibido del Gobierno: quiere que Sánchez se rebaje a llamarle hoy por teléfono. Visto lo visto, esta que os escribe no lo descarta, al contrario. ¿Quién nos iba a decir que veríamos hoy la foto del presidente con Junts y Bildu? Pues ocurrirá, y lo contaremos. Lo mismo que hemos explicado las incongruencias y chascarrillos de ayer en el desfile y en el Palacio Real.
Por ejemplo, ¿a quién del protocolo se le ocurrió colocar a Patxi López entre Cuca Gamarra y Santiago Abascal? ¿Por qué determinadas políticas republicanas, en contra de lo que predican, no se resisten a hacerse la foto con los Reyes? ¿Quién es el apuesto soldado que hizo sonreír a los Reyes en el besamanos, cuando saludó a su hija?
En todo caso, más allá de las presencias y de las ausencias esperadas, ayer brillaron dos mujeres. Para empezar, la que representa la continuidad de la Corona. Qué bien le sienta a la princesa Leonor, por cierto, el uniforme militar. A sus 18, ya ha tenido ocasión de sentir lo que se le viene encima a partir de ahora, que da un paso a la primera línea. La otra mujer se llama Mari Carmen Gómez Hurtado, la primera paracaidista en portar la bandera un 12 de octubre. Ha hecho historia haciendo su ejercicio a la perfección. ¡Mujer tenía que ser!
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