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El trípode

Milei contra el wokismo occidental en Davos

El pasado 23 de enero, el presidente de Argentina, Javier Milei, intervino en el Foro Económico Mundial más conocido como el Foro de Davos por la localidad suiza donde está radicado

El pasado 23 de enero, el presidente de Argentina, Javier Milei, intervino en el Foro Económico Mundial más conocido como el Foro de Davos por la localidad suiza donde está radicado. No ha tenido una particular difusión en los medios de comunicación europeos su intervención, porque fue una auténtica enmienda de totalidad contra el vigente «establishment» político occidental, que todavía dispone del suficiente poder como para censurar lo que -como es el caso- va frontalmente contra sus intereses. Su intervención, de media hora, incidió en la crisis del sistema que lleva décadas en el poder en el mundo occidental y que considera ya está en su recta final ante la oposición que la opinión pública de numerosos países le está planteando. Atribuyó a la ideología woke, el «wokismo», el fundamento cultural y de valores en el que se sustenta, y que considera un atentado total contra la civilización occidental construida sobre las raíces judeocristianas, el derecho romano y la filosofía griega, a la cual la libertad y el capitalismo le dio el desarrollo económico que la colocó a la cabeza del mundo.

El caso de Donald Trump en Estados Unidos, al igual que Giorgia Meloni en Italia, Victor Orban en Hungría, -así como el suyo en Argentina-, los puso como referencias occidentales de esa sociedad que se está alzando contra las élites políticas y económicas que inventaron ese «wokismo», una ideología que genera una auténtica guerra civil en la sociedad, enfrentándola entre sí a través de los diversos grupos sociales que la componen y que son un remedo de la lucha de clases marxista ya fenecida. De esa manera pretenden desviar la atención de quienes son los que realmente ostentan el poder político, enfrentando a la sociedad internamente entre sí. La ideología de género es su columna vertebral, que establece una relación de opresor y oprimido entre el hombre y la mujer, el homosexual y el heterosexual, el blanco y el negro, el empresario y el trabajador, el gordo y los flacos etc. desviando el foco del poder del Estado y de los políticos que lo gestionan, que de esa manera son inmunes a la crítica y a su expansionismo a costa de la libertad de los ciudadanos que son quienes lo sustentan con su trabajo y sus impuestos y al que crecientemente limitan su libertad. Sánchez estuvo también allí ante una sala con medio gobierno suyo en primera fila y prácticamente vacía. El contador que indica los asientos disponibles libres marcaba 704 en su caso frente a 20, 30 y 82 de los sucesivos oradores de esa mañana.