Insensateces

Yo, Leonor

Y, como encima, en los últimos tiempos parecen dos tortolitos, esta pareja es la envidia de Dinamarca. Porque los de allí también se casaron por estas fechas y es que no se pueden mirar a los ojitos

Vaya coñazo estamos pegando con lo de los veinte años de la boda. Independientemente de la cantidad de compañeros de facultad de Altibajos, que es que yo no sé cómo cabían todos en la clase porque son cien mil, ahora está opinando hasta Miguel Ángel Revilla del enlace. Cuando Revilla opina de algo, de lo que sea, da lo mismo, es que tu historia ha bajado de caché, qué quieren que les diga. Y encima para decir que, por su problema de próstata, se hacía pis muy fuertemente. Después de eso lo siguiente es hacer de mago en un cumpleaños infantil. El caso es que los especiales se suceden, que es un tostón insoportable. Por no hablar de las fotitos. Las once fotitos de los cuatro que, en realidad, fueron un millón, porque hasta que a la mamma le entró por el ojo alguna, fue un tormento. Y ahí están, tan naturales nuestrohijoFelipe y Altibajos, que parece que no se han tocado en la vida. Esas manos, que parecen las de otros. Que es que no saben cómo ponerlas estos dos. Gracias a Dios, en las que aparecemos mi So y yo, son otra cosa. Ahí hay una gracia, un salero, un pelazo, cuerpazos; ahí hay dos rubias muy peligrosas vendiendo lo que hay que vender. Y estamos en el reportaje con Altibajos a saco, porque si no llegamos a posar como posamos, estamos enviadas las dos en sendos internados rozando el correccional. Que, por cierto, hay que ver lo que ha mejorado la mamma, que es que en la boda era un ajoporro. Dónde va a parar cómo está ahora, con todas sus reformas, sus obritas, sus retoques. Es una diosa. Y, como encima, en los últimos tiempos parecen dos tortolitos, esta pareja es la envidia de Dinamarca. Porque los de allí también se casaron por estas fechas y es que no se pueden mirar a los ojitos. Así que miren, mejor, peor, con todos esos personajes sobrevenidos, con el calvo de la pashmina, y con la orquesta de haters que afina cada día, aquí seguimos. Porque a cabezota no le van a ganar a una y a enamorao no le van a poder al otro. Me voy, que tengo entradas para Bingo Para Señoras.