30 días sin saber de Leopoldo López

Una prueba de vida que no es tal. Las imágenes del preso político venezolano Leopoldo López no han tranquilizado ni a su mujer, Lilian Tintori, ni a la oposición venezolana. Hace un mes que no se tienen noticias fidedignas sobre su estado de salud mientras crecen los rumores sobre su traslado a un hospital. De hecho, que la llamada «prueba de vida» –como si se tratase de un secuestro por parte de narcoterroristas–, fuese hecha pública en el programa de televisión de uno de los dirigentes del régimen chavista, Diosdado Cabello, resulta aún más inquietante. La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) pidió ayer permiso a Nicolás Maduro para visitar al preso político con el fin de «disipar cualquier duda sobre la salud». El chavismo, en sus horas más bajas, ha encontrado en López una preciada mercancía con la que negociar.