Frente al tongo de la CIUP, nuevas elecciones

No es fácil disipar las sospechas de tongo que envuelven al insólito empate a 1.515 votos registrado en la asamblea de la CUP entre los partidarios de rechazar la investidura del presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, que iban ganando las primeras votaciones, y los partidarios del acuerdo con Juntos por el Sí, que iban perdiendo hasta la última ronda. Parece evidente que la dirección de la formación separatista y de extrema izquierda catalana, que encabeza Antonio Baños, ya tiene decidido otorgar el apoyo a Mas, aunque bajo las mayores condiciones posibles. En esta situación, en la que el desprestigio del candidato convergente es irreversible, lo sensato y lo que conviene a la sociedad catalana en su conjunto es la celebración de nuevas elecciones autonómicas, en las que CDC presentara una candidatura alternativa a Artur Mas que fuera capaz de reconducir la grave situación política del Principado y devolver la centralidad y la estabilidad que tanto necesitan sus ciudadanos para superar las consecuencias de una crisis económica agravada por la parálisis institucional y el absurdo desafío separatista. Una Cataluña entregada a los designios de la extrema izquierda anticapitalista no parece que sea una garantía de futuro.