El resto de la legislatura

La décimo segunda legislatura de la democracia comenzó el 19 de julio de 2016. Tres meses después, Mariano Rajoy fue investido Presidente. Y un año después, parece que los que votaron en contra de aquella abstención –con Pedro Sánchez de nuevo a la cabeza– se han hecho con el control del PSOE y quieren intentar un gobierno alternativo al del PP. Algunos creen que hemos vuelto a aquel escenario. Pero no. Las cosas han cambiado.

Para empezar, si algo ha dejado claro el congreso socialista de este fin de semana, es que el partido está dividido. Óscar Puente, alcalde de Valladolid, demostró sus dotes literarias de nuevo portavoz con una definición de su actual partido: «Ahora en el PSOE estamos con el culo en pompa hacia la derecha». Pero esta supuesta posición no es lo que le enfada, sino que a las diez de la noche un grupo de sus compañeros se fueron a un bar de copas mientras los pedristas consumaban la caza de los susanistas. La nueva ejecutiva fue elegida con un respaldo del 70,5%, lejos del anterior 86%. Es decir, que Pedro Sánchez es en el PSOE cada vez más débil.

Y mientras tanto el PP –el partido más corrupto de la galaxia, que diría Pablo Iglesias– ha ido sumando apoyos hasta sacar adelante los Presupuestos de este año y quizá los del próximo. Quedan tres años de legislatura. Y aunque el nuevo escenario plurinacional no va ayudar mucho a combatir el desafío independentista catalán, imagino que Rajoy nunca esperó el apoyo del PSOE al margen de aquella difícil investidura. Por eso, aunque Sánchez quiera volver a sentarse cuanto antes en el hemiciclo, ya empieza a ser una tragedia que sus planes sigan sin coincidir con las necesidades reales de España.