Buena suerte

Nunca he creído en supersticiones pero seguro que a muchos no se les ha pasado por alto que cuando un viernes cae en el día 13, independientemente del mes que sea, se considera en la mayoría de las culturas occidentales un día de mala suerte, aunque cada vez son más las personas que eligen el 13 como número de la suerte o el amarillo como color favorito.

Y es que la suerte es lo que sucede más allá del control de una persona. Sin embargo, en ella influyen factures que sí están a nuestro alcance como compromiso, estrategia, constancia, esfuerzo, mente positiva, visualización creativa… en definitiva un plan de acción que suele conseguir que la suerte esté de nuestro lado. Sin duda, lo que crees, lo creas. Y cuando ocurre lo contrario a lo esperado es porque algo mejor nos depara la vida, tras atravesar esos desiertos emocionales que son inevitables y hasta necesarios para evolucionar.

Una gran suerte es también la de poder conciliar la vida laboral y familiar. Dedicar tiempo a la vida social es una gran inversión en salud mental. Hace apenas tres días celebrábamos el Día Mundial de Prevención del Suicidio y el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) hacía un llamamiento a compartir todo aquello que nos conecta a la vida. Pues de eso que nos maravilla tanto de la existencia, ¡hay que hacer más! Y el descanso es también vital. Abogamos por esos microdescansos que nos dan la vida: hasta la Nasa recomienda 26 minutos de nuestra sagrada siesta. Los beneficios de esos gloriosos minutos de relajación a mitad del día son innumerables: favorece un mejor desempeño ya que agudiza la memoria y mejora el tiempo de reacción, ayuda la digestión, a la relajación muscular, disminuye la fatiga, mejora el estado de ánimo… algo sin duda esencial para que la suerte caiga de nuestro lado, luego ¡sembremos la buena suerte en este nuevo curso que estrenamos!