El pleno del Ayuntamiento de Murcia ha dado luz verde este viernes a la nueva ordenanza sobre publicidad exterior que prohíbe la publicidad sexista, limita la de actividades o productos que entrañen un riesgo para la salud y salvaguarda el bienestar animal y el paisaje.

Aprobada inicialmente en abril de 2023, recibe de manera definitiva el voto a favor del PP y del PSOE y en contra de Vox.

Sustituirá a la normativa de 2012, que "ha dejado de responder a las expectativas".

Se prohíben anuncios con mensajes que inciten de forma directa o indirecta a la violencia o a comportamientos contrarios al ordenamiento jurídico, discriminatorios, sexistas o degradantes, que fomenten la desigualdad o inciten a la violencia por razón de sexo u orientación sexual.

También la que no transmita una imagen igualitaria, plural y no estereotipada entre hombres y mujeres con imágenes, símbolos o lenguaje, la de prostitución, contactos y comercio sexual, la que incite expresamente al juego, aun estando autorizado, y al consumo de bebidas alcohólicas y tabaco si se dirigen a menores de edad u ofrecen una imagen negativa de la abstinencia y la sobriedad.

No podrán estar en viviendas particulares, zonas de equipamientos estructurales, espacios con protección ambiental o áreasverdes.

Se prohíben elementos visuales, sonoros o corpóreos que se asimilen a la señalización viaria o puedan generar riesgo para la seguridad del tráfico rodado o el tránsito de los viandantes.

No se autorizarán instalaciones que exijan podar plantas o talar árboles, modifiquen elementos arquitectónicos, distorsionen el paisaje urbano y natural o interfieran en la percepción visual de paisajes o perspectivas ambientales y patrimoniales de interés.

Incluye un régimen sancionador que incluye entre infracciones muy graves si provoca daños a personas, bienes o animales o tala árboles, graves si daña vegetación o son pegatinas o carteles en elementos de alumbrado público, señalización viaria y mobiliario urbano y otras leves, pero mantiene las sanciones de hace 12 años: de 1.501 a 3.000 euros, de 751 a 1.500 y de 100 a 750 euros, respectivamente.

Vox ha votado en contra por considerar que "se ha hecho de espaldas al sector" y establece distancias entre los anuncios que amplían mucho las de la anterior ordenanza y supondrán en la práctica reducir un 90 por ciento el número de vallas, lo que será un golpe para los anunciantes y para los sectores que trabajan en ellas.