Opel Grandland, el SUV de dimensiones equilibradas y todas las alternativas de movilidad

La gran oferta de automóviles SUV del mercado español se nutre con automóviles de todos los tamaños, de todos los segmentos. Pero son quizás los compactos de los segmentos B y C lo más solicitados por el cliente. Y dentro de esta parte más amplia de la demanda, Opel ofrece, con su modelo Grandland, una alternativa económica en su precio, con acabados impecables, tecnología alemana y una amplia gama de motorizaciones posibles.

Este modelo, que el año pasado tuvo una actualización de parte de sus formas y de su terminación, sobre todo en apartados como los sistemas de iluminación y todo el interior, cuyo salpicadero digital se adelantó a todas las nuevas tendencias en el sector, es actualmente, junto con el Corsa, el Opel más valorado de la gama de la firma alemana. El apartado de la iluminación es especialmente importante por cuando representa un avance en la seguridad activa del vehículo. Es un sistema que hasta ahora solo incorporaba la berlina Insignia de Opel y que está formado por 84 diodos de lex por faro, con los cuales se consigue una perfecta iluminación por la noche tanto de la carretera como de los alrededores. Gracias a una cámara de rayos infrarrojos el conductor es avisado de animales, ciclistas u otras circunstancias que puedan representar un peligro en medio de la noche a una distancia de hasta cien metros.

Por lo que respecta a las motorizaciones, el Granulad ofrece todo tipo de alternativas, incluso con motores diésel, a pesar de que va bajando la demanda de este combustible. La oferta en motores de combustión consta de un bloque 1,2 litros turbo de gasolina, que puede servirse con caja de cambios manual o automática y el diésel de 1,5 litros que, como sus hermanos de gasolina, da una potencia de 130 caballos. Por supuesto que dispone de las opciones más innovadoras, como mecánicas hibridas enchufables que instalan un motor de 1,6 litros turbo de gasolina y con una autonomía en modo eléctrico que, según las cifras del fabricante puede superar los 60 kilómetros. La versión de tracción delantera da 180 caballos, a los que hay que añadir los otros 110 del motor eléctrico para completar una potencia de 225 caballos. La versión superior de cuatro ruedas motrices llega hasta los 300 caballos al llevar otro motor eléctrico adicional de 113 caballos en el eje trasero. Cuenta con la ventaja de que, si queremos guardar la energía eléctrica para, por ejemplo, entrar dentro del anillo de una gran ciudad, solo tendremos que pulsar la tecla sport y de esta forma solo consumiremos combustible, no electricidad. En cuanto al tiempo de recarga, se pueden calculas unas ocho horas, mientras dormimos, en un enchufe convencional, si bien este espacio de tiempo se puede reducir hasta las dos horas si elegimos la opción de instalar un wallbox en el garaje de casa.

La estética es uno de los puntos fuertes del Grandland, que presenta un frontal renovado, en el que destaca una parrilla plana con el escudo de la marca en el centro, coronada por los nuevos faros a los que hemos hecho referencia, y dos entradas verticales de aire en la zona baja. Las llantas, de diseño acertado, pueden ser de 17 o 18 pulgadas en función de la terminación elegida, como por ejemplo las GS Line y las Ultimate. En cuanto a los precios, la oferta parte de 32.700 euros y puede ir elevándose, dependiendo de la versión elegida, hasta los 53.800 de la unidad 4x4 con 300 caballos.

En el interior, tras el volante multifunción, el Grandland instala un gran panel digital, formado por pantallas de entre 7 y 12 pulgadas, que se extiende a lo largo del salpicadero, similar al que la marca ya instala en el modelo Moka. Los mandos de la radio y de la climatización son de fácil manejo y estás colocados en posición central, por encima del mando de la palanca de cambios automática que acciona una caja de cambios automática de ocho velocidades, muy suave y eficaz. A pesar de su diseño compacto, el Grandland ofrece una muy buena habitabilidad interior, con espacio suficiente para que puedan viajar cómodamente cinco personas y sus correspondientes equipajes, ya que tiene un gran espacio en el maletero al que se accede por un portón posterior que, en algunas versiones, se abre al pasar el pie por debajo.