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Medio Ambiente

Nuno Constant, Director de Afeitado de Iberia en P&G: «La sostenibilidad no es una opción, es una necesidad»

Las prioridades han cambiado. Al cliente ahora le preocupan cuestiones como cuánta agua pueden ahorrar en el afeitado o cómo se reciclan las cuchillas

Nuno Constant, director de Afeitado (Gilette, Braun y Venus) de P&G GILLETTEGILLETTE

Hace 120 años, el hombre dejó de acudir al barbero. Fue en 1903 cuando King C.Gillette –quien otrora fue un vendedor de tapas de botella de Wisconsin– presentó las navajas descartables. Mucho ha cambiado el mundo desde entonces. La sostenibilidad se ha vuelto fundamental y a los consumidores ahora les preocupan cuestiones como cuánta agua pueden ahorrar en el afeitado o cómo se reciclan las cuchillas. Gilette ha respondido a todos estos retos y, ahora, consuma sus esfuerzos con el lanzamiento de la nueva Gillette Labs. ¿Su principal revolución? Por un lado, la introducción de una barra exfoliante; por otro, la reducción de materiales. Y es que su elegante mango de metal tiene garantía de por vida. La promesa es esta: «Será la última afeitadora que los hombres tendrán que comprar», asegura Nuno Constant, Senior Director Grooming Iberia en P&G.

Más de un siglo de historia, ¿se atreve a resumirlo?

Antes había que recurrir a la barbería o tener una destreza manual inmensa para poder manejarse con una maquinilla. King C. Gilette, fundador de la marca, diseña en 1910 una solución que permite que el hombre se afeite por sí mismo en casa, sin casi riesgo. Ese es el primer gran salto que cambió las reglas del juego. Desde entonces, hemos asistido a muchos avances tecnológicos basados en el estudio detallado del afeitado. Cada 10-15 años Gillette lanza una nueva «generación» que aúna el I+D de la compañía. En 2005, Gillette Fusion introdujo las cinco hojas y una extra en la parte de atrás. Ese fue el gran último lanzamiento hasta la Gillette Labs que traemos hoy.

¿Cómo se desarrollan los proyectos de innovación?

Hay que tener en cuenta que el vello de la barba es casi tan duro como el cobre. Cortarlo no es tarea sencilla. A veces damos por sentado que una maquinilla es «pasar y listo», pero no. La tecnología que hay detrás se ha desarrollado a lo largo de los años con el objetivo de que el afeitado sea cada vez más eficaz. Cinco días a la semana, unos 80 hombres acuden al centro de innovación de Gilette en Reading, Londres. Allí les dan las cuchillas que se quieren estudiar y ellos se afeitan en unos cubículos frente a espejos con cámaras de alta definición. Los expertos analizan todo lo que hace cada sujeto con microscopios de patente propia que generan una visión en 3D de cada pelo con una precisión de 5 micrómetros. Se examinan más de 28.000 afeitados al año. Y se estudia el crecimiento del vello (que varía casi 360 grados dependiendo de la zona), la presión que ejercen sobre el mango (la diferencia es de kilogramos), las veces que pasan la cuchilla (170 veces de media en cada afeitado) para reducirlas, el ángulo de contacto con la piel... La Gilette Labs ha sido sometida a diversas pruebas ergonómicas y de estrés (simulaciones de uso intensivo durante 40 años, golpes y caídas). En total, se probaron más de 150 prototipos de mango y más de 60 para la barra exfoliante.

¿Se estudia la sostenibilidad en la concepción del producto?

Sí. Se analiza, por ejemplo, cuánta agua se utiliza en su fabricación y en su utilización, para que se consuma la menor posible. También está estudiada la distancia entre las cuchillas para que el lavado y secado de éstas sea eficiente. En el caso de la Gilette Labs, la cantidad de producto desechable es mucho menor que en el resto de sistemas. Será la última maquinilla que tengas que comprar porque el mango tiene garantía de por vida. Por otro lado, se ha sustituido el plástico de los envases de todas las máquinas recargables por cartón reciclado, con un ahorro de más de 50 toneladas de plástico anuales entre Portugal y España. También ayudamos al cliente a reciclar las maquinillas y recambios; pueden depositarlas en un punto público de recogida o enviárnoslas por mensajería.

¿Considera que el respeto por el medio ambiente ha tenido un gran impacto empresarial?

Sin duda. Hay una concienciación grande de lo que cada uno puede aportar al medio desde su esfera diaria. La sostenibilidad ya no es una opción para las empresas. Ha pasado a ser una necesidad, no un punto competitivo de ventaja. Tiene que estar incluida en la estrategia de las marcas. En el caso del afeitado, tenemos que seguir dando pasos para dar respuestas. Porque los consumidores buscan soluciones. Si no somos capaces de dárselas, les estaríamos defraudando. Para 2030, planeamos mejorar nuestra huella ambiental en muchas áreas importantes como embalaje, desecho de productos, conservación de agua, fabricación y cadena de suministro.