El exvicepresidente español, Pablo Iglesias, ha dado un paso fuera de la política y hacia el mundo de la hostelería con la apertura de su nuevo negocio, la Taberna Garibaldi, situada en el barrio de Lavapiés en Madrid. Con un entusiasmo palpable, Iglesias se ha involucrado personalmente en las labores previas a la apertura.

En un vídeo subido a la cuenta oficial del bar en la red social X, se puede ver al exlíder de Podemos limpiando cubiertos. El camarógrafo asegura que "está en su salsa", a lo que Iglesias contesta: "Todavía no. Estoy un poco nervioso porque los estrenos siempre son difíciles", señala.

La noticia de la incursión de Iglesias en el sector de la hostelería fue anunciada en redes sociales, citando a Kautsky y expresando su interés en combinar esta actividad con sus roles anteriores en Canal Red y la Universidad. Además, se ha revelado que la carta del bar incluye nombres de cócteles con referencias políticas, como el Fidel Mojito, Ché Daiquiri y Evita Martini, añadiendo un toque distintivo y provocador al establecimiento.

Fue un cóctel en particular el que desató la controversia. Este lunes, el local amaneció vandalizado con pintadas anarquistas que exigían la retirada de un cóctel específico, el "cóctel Durruti", o de lo contrario amenazaban con acciones directas. Este incidente ha puesto de manifiesto las tensiones políticas y sociales que rodean la incursión de Iglesias en el mundo de la hostelería.