Urbanismo
La Puerta de Alcalá que nunca fue: estos son los cinco proyectos que lanzó Ventura Rodríguez
El arquitecto de Ciempozuelos, autor de conocidas obras como las fuentes de la Cibeles o Neptuno, se las tuvo que ver con Francisco Sabatini. Ya sabemos cómo acabó la historia
Una historia que nunca fue. La de una Puerta de Alcalá con sabor madrileño. Bueno, con más sabor madrileño que la que hoy tiene, si el arquitecto hubiese sido Buenaventura Rodríguez Tizón, de Ciempozuelos, conocido como Ventura Rodríguez. Este fue considerado, junto con Juan de Villanueva, el principal arquitecto del país en su época y el último barroco.
Sin embargo, Ventura Rodríguez tenía en su contra no ser italiano. No tanto por la sangre como por el estilo. Un saber hacer a la itálica manera que Carlos III -el poder-, alababa con celo. Esos gustos italianizantes fueron los que hicieron al monarca, llegado de Nápoles a Madrid, decidirse a derribar y sustituir la antigua Puerta de Alcalá, que daba entrada a la Villa, y decantarse por el proyecto que le ofrecía Francesco Sabatini.
El bueno de Ventura Rodríguez presentó varios proyectos, fechados en 1769, y que se pueden ver en el Museo de la Historia; además de en la Biblioteca Digital memoriademadrid. Un ideal de entrada en la ciudad reconstruido en 3D en el que podemos comprobar cómo pudo haber sido uno de los escenarios más queridos por todos los madrileños, en pleno Paisaje de la luz y que forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La construcción del monumento, en la cabeza de Carlos III, está íntimamente relacionado con el gran proyecto urbanístico de extensión de la ciudad hacia los alrededores del Palacio del Buen Retiro, y muy especialmente de la conformación del Paseo del Prado, proyecto que convocaría los esfuerzos de estos grandes arquitectos madrileños de la época: José de Hermosilla (autor de las trazas del Paseo), Ventura Rodríguez (que diseñó las fuentes y ese gran pórtico que no llegó a realizarse), Francisco Sabatini y Juan de Villanueva. Los tres primeros fueron invitados a presentar propuestas para esta Puerta... y de todos es sabido que el escogido fue Sabatini.
Sin embargo, de las cinco ideas presentadas por Ventura Rodríguez al concurso, todas tienen en común la solución de una composición de cinco vanos, de los cuales los tres centrales se solucionan con arcos, mientras que los laterales se forman con pequeñas puertas adinteladas.
Se trataba en general de arcos triunfales con semicolumnas toscanas. Todos tenían cinco vanos, presentando tres de medio punto en el centro para carruajes, y dos adintelados menores en los extremos para peatones.
Con la excepción de la primera idea, que se configura en orden toscano, el resto se conforma con un orden dórico, presentando a su vez la invariante de un pesado ático horizontal que abarca el ámbito de los tres tramos centrales; tan sólo la quinta idea supone la excepción de este hecho, al ceñir el ático al arco central.
Con poco éxito, Ventura Rodríguez presentó a concurso estos cinco proyectos numerados y datados el 16 de mayo de 1769. Todos ellos fueron evaluados por Carlos III... en apenas un par de días. Frente al proyecto del de Ciempozuelos, los tres diseños de Sabatini, de estilo neoclásico,eran del mismo tamaño y poseían cerca de setenta pies de altura. Su proyecto, ganador, poseía influencias de la Fuente dell´Acqua Paola y de la portada del Palacio Barberini de Roma. El 18 de mayo de 1769 Carlos III decide que el proyecto de Sabatini es el que se llevará a cabo, condenando al limbo arquitectónico la obra de Ventura Rodríguez.
Que nadie piense que Ventura Rodríguez cayó en desgracia por ese no real a su proyecto. Su obra fue fecunda en iglesias y palacios por todo el reino. Desde la catedral de Pamplona al palacio de Liria o al del Infante Don Luis en Boadilla del Monte, o el convento de los Agustinos Filipinos de Valladolid, o a su proyecto recordado y admirado en el Paso del Prado: las fuentes de Neptuno, la de Apolo y la de Cibeles, o las de la Alcachofa o las Cuatro Fuentes.
Sin embargo, además de aquella Puerta de Alcalá “que no fue”, a Ventura Rodríguez también le debemos otras Puerta “que ya no está”. Una de esas obras demolidas del arquitecto fue la puerta de Atocha, derribada en 1851 para construir la Estación de Atocha. A la nueva terminal de alta velocidad inaugurada en 1992 se le dio el nombre de Puerta de Atocha en su honor.
✕
Accede a tu cuenta para comentar