Cargando...

Investigación

El embargo a Luis Medina pincha en hueso: solo tiene 247 euros de saldo en sus cuentas

El juez del “caso mascarillas” insta a la Fiscalía a proponer nuevas medidas de embargo para hacer frente a posibles responsabilidades civiles

El juez Adolfo Carretero se ha topado con un obstáculo inesperado al proceder al embargo de las cuentas corrientes de Luis Medina por el “caso mascarillas”: el hijo de Naty Abascal solo tiene 247,26 euros de saldo. Así consta en una providencia en la que el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, en la que también se constata que el empresario “ya no dispone de los bonos” que adquirió por 400.000 euros con parte de la comisión -de un millón de euros- que obtuvo por la venta al Ayuntamiento de Madrid de material sanitaria, gran parte defectuoso, en marzo de 2020, lo que ha acarreado su imputación y la de su entonces socio Alberto Luceño.

Ahora, el instructor da cinco días de plazo a la Fiscalía para que proponga “la adopción de nuevas medidas cautelares de carácter económico” para hacer frente a posibles responsabilidades civiles a las que, en su caso, sea condenado. Un paso que llevará al embargo de sus propiedades hasta alcanzar la cuantía que se le puede reclamar judicialmente en un futuro.

Anticorrupción se querelló contra los dos empresarios por el cobro de casi seis millones de euros en comisiones, que habrían “inflado artificialmente”, al intermediar en la compra de mascarillas, guantes y test Covid por parte del Ayuntamiento de Madrid en marzo de 2020. El juez ya ha acordado su citación como investigados por delitos de blanqueo, estafa y falsedad en documento mercantil. Su comparecencia será el próximo día 25.

Un yate de 325.00 euros y bonos

El hermano del duque de Feria -que aseguró a LA RAZÓN que no ha hecho “nada ilícito”- percibió un millón de euros de comisión, mientras que Luceño se embolsó otros cinco ocultando a su entonces socio que se llevaba unas comisiones sensiblemente mayores. Y eso que el total pactado ascendía a más de once millones.

Con ese dinero, Medina compró un yate modelo Eagle 44, llamado “Feria”, registrado en Gibraltar, por el que pagó 325.515 euros y gastó otros 400.000 euros en los bonos referidos, de los que ahora no hay rastro en sus cuentas bancarias.

Luceño utilizó ese dinero para una estancia de seis noches en un hotel de Marbella, que le costó 60.000 euros, y se compró además tres relojes de la marca Rolex por 42.000 euros; ocho vehículos de alta gama (Aston Martin, Ferrari, Mercedes y BMW, entre otros) por los que desembolsó 1.034.999 euros; una vivienda y tres plazas de garaje (1.107.400 euros en total) en Pozuelo de Alarcón (Madrid); y otros cinco coches de lujo (Aston Martin DBS Superleggera, Porsche Panamera, Lamborghini Huracan, Mc Laren 720S y un Mercedes A200) que costaron 1.028.499 euros y por los que entregó como parte del precio algunos de los que había adquirido anteriormente.

El Ayuntamiento niega trato de favor

Según la Fiscalía, en marzo de 2020, en una situación de rápida evolución de la pandemia y de “extrema carencia de materiales sanitarios”, los dos empresarios ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid “con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico” la posibilidad de adquirir grandes remesas de material sanitario (mascarillas, guantes, etc.) fabricado en China.

La persona que inicialmente contactó con el Ayuntamiento de Madrid fue Luis Medina, “aprovechando su condición de personaje conocido en la vida pública y su amistad con un familiar del alcalde de Madrid” (un primo de José Luis Martínez-Almeida). Pero el socio de Medina ocultó al Ayuntamiento que “un elevado porcentaje del precio ofertado” (aproximadamente el 60 % en el caso de las mascarillas, el 81 % en el caso de los guantes y casi el 71 % en el caso de los test) “correspondía a comisiones que los querellados iban a percibir”.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, negó un posible trato de favor a Medina en la firma de los tres contratos para la adquisición de ese material sanitario. “No tuve ninguna participación ni directa ni indirecta en este contrato y apoyo totalmente lo que hicieron los técnicos del Ayuntamiento”, aseguró el regidor. De hecho, el Consistorio de la capital ya se ha personado como perjudicado en el procedimiento judicial como acusación particular para reclamar posibles daños y perjuicios.

Según la versión municipal, al igual que sucedió con los más de 1.100 ofrecimientos de ventas y donaciones que recibieron en esas fechas, cuando Medina contactó con una conocida de un primo del alcalde, Carlos Martínez-Almeida, la coordinadora general de la Alcaldía le remitió a un correo electrónico en el que se canalizaban todas esas peticiones. El Ayuntamiento mantiene que el dinero pagado por los guantes defectuosos “fue recuperado” (Medina y su socio renunciaron finalmente a cuatro millones de comisión, que devolvieron al Consistorio) y que “el problema con los test fue solventado por la empresa”.