Callejero

La calle de Madrid que cambió de nombre tras tres meses en los que no paró de llover

Se encuentra en el barrio de Embajadores y le debe su nombre a una racha especialmente lluviosa que sufrió la capital

Dos mujeres caminan bajo la lluvia provocada por la borrasca Celia junto a la catedral de La Almudena en Madrid este lunes
Dos mujeres caminan bajo la lluvia provocada por la borrasca Celia junto a la catedral de La Almudena en Madrid este lunesSergio PérezAgencia EFE

Estassemanas de lluvia en la capital se están haciendo especialmente largas para muchos gatos y gatas acostumbrados tanto a la luz solar casi permanente de Madrid como a su cielo azul y depejado. Sin embargo, y como si el clima le diera la mano al ocio, este fin de semana la lluvia le dará una tregua a la ciudadanía, aunque se mantendrá el cielo nublado y el lunes volverá la lluvia.

No son pocos quienes aquejan de desánimo ante la falta de luz y un tiempo más halagüeño, pero hay antecedentes en la capital de épocas mucho más lluviosas. Una, de hecho, está reflejada en el callejero, fiel recordatorio de múltiples hechos anecdóticos, con una calle llamada Mira el Sol. Pero, ¿qué historia hay detrás de ese nombre tan imperativo? Situada en el emblemático barrio de Embajadores, el lugar enlaza en dirección este-oeste la calle de Embajadores con la plaza del Campillo del Mundo Nuevo, muy cerca de la Puerta de Toledo y que, además, puede presumir de aparecer en la novela Fortunata y Jacinta de Benito Perez Galdós, pero esa es otra historia.

Personas mayores viven en soledad en el barrio madrileño de Embajadores.
Personas mayores viven en soledad en el barrio madrileño de Embajadores.Alberto R. RoldánLa Razón

La céntrica Mira al Sol le debe su nombre al día en el que los ciudadanos fueron a los miradores de Madrid para disfrutar del primer día de sol radiante tras nada más y nada menos que tres meses de inclemencias meteorológicas, lluvias y nieves. Se data este momento, quizá legendario, en dos posibles años: 1435 y 1440.

Mira el Río Alta y Mira el Río Baja

Se trata de una calle notablemente antigua, pues aparece en el plano de 1656 de Texeira, cartógrafo portugués que se cree que trabajó por encargo de Felipe IV (llamado también llamado el Grande o el Rey Planeta) y que le hizo ganar la cuantía de 200 escudos, abonados en 1651 del Bolsillo Secreto del Rey.

Pero, como todas las calles, no se encuentra sola, sino que se incluye en un grupo temático unitario. En esta ocasión, Mira el Sol completa los nombres dedicados al clima junto a Mira el Río. Esta, en realidad, surge del cruce entre dos vías perpendiculares, Mira el Río Baja (entre Mira el Río Alta y la plaza del Campillo del Mundo Nuevo, citada más arriba) y Mira el Río Alta (desde la calle Carlos Arniches hasta la cabecera de la calle Arganzuela), ubicadas ambas en el Madrid de los Austrias, también en el distrito Centro.

Skate Park de Madrid Río inundado después de las fuertes lluvias.
Skate Park de Madrid Río inundado después de las fuertes lluvias.©Gonzalo Pérez MataLa Razón

Para contar el origen de estas calles, según una de las explicaciones también hay que remontarse a los tres meses de lluvia. Y es que, al igual que cuando acabaron, los madrileños exclamaban “¡Mira al Sol!” desde los miradores, mientras duraron las aguas torrenciales, la leyenda dicta que las lluvias provocaron una crecida en el Manzanares que llevó a los ciudadanos a gritar “¡Mira el río!”. Otra teoría distinta apunta que se empezó a llamar así cuando se urbanizó la zona junto al río.