La creatividad es una de las condiciones necesarias al momento de dar un regalo a una persona especial, pero muchas veces no es lo único que necesitas. Si bien algunos regalos a lo largo de la historia han logrado resolverse creativamente, hay otros en los que se necesita invertir muchísimo dinero para lograr causar impacto.

En esta ocasión te diremos cuáles son esos regalos impactantes que se ubican como los más caros y lujosos del mundo.

Palo de golf The Golden Putter de Barth & Sons chapado en oro

Este palo de golf se ubica entre los 10 más caros del mundo, pero su verdadera historia es que se entregó como un regalo bastante particular. Michael Barth fue el creador de esta obra majestuosa. Es el creador de la marca Barth & Sons que se dedica precisamente a crear objetos únicos y lujosos para golfistas.

En Alemania fue donde se creó este palo de golf, el primero fue un regalo de Michael Barth para él mismo como coleccionista. El palo está chapado en oro de 24 quilates con incrustaciones en diamante y un mango de cuero, toda una obra de arte. Tras salir el primero este palo se ha vuelto un regalo común entre los fanáticos de este deporte. Tiene un valor de 137.000 euros.

Baúl para puros Emperador de Imperiali Genève

Se trata de un prestigioso cofre fabricado en Suiza con una tecnología única. Está hecho para guardar puros, allí caben un total de 24 de ellos. Su sistema de seguridad es una novedad en este tipo de cofres, además de su sistema de regulación de temperatura que permite mantenerlos en el ambiente correcto. El rango de temperatura es de 16 a 18º.

Como buena creación suiza, está coronada con un reloj tourbillon de 323 piezas. Como un plus, el diseño incluye un cortador de puros, un encendedor y un cenicero. De estos cofres solo se fabrican 12 unidades anualmente, se trata del regalo perfecto para un coleccionista. Son 3.500 piezas las que componen el cofre, 2.675 hechas a mano, su fabricación es altamente compleja.

¿Cuál es su precio? 921.000 euros.

Reloj The Grandmaster Chime de Patek Philippe

Se trata de una edición especial que celebró los 175 años de la marca Patek Philippe. Es considerado uno de los relojes más caros del mundo. La caja en la que viene está decorada con laureles y grabada a mano con números romanos. Este mismo diseño lo encontramos en el reloj que además tiene terminaciones en oro.

Parte de su elevado precio radica en que solo se han fabricado siete de ellos, cada uno es único, sus grabados en oro son personalizados. Seis de estos relojes están en manos de coleccionistas, el séptimo forma parte de la colección del Museo Patek Philippe. Un reloj de estos vale 2.300 000 euros.