Violencia callejera
La Policía se levanta contra el menosprecio de Carmena
Los cinco sindicatos se unen contra la negativa de Ahora Madrid a negociar sus condiciones laborales. La protesta «histórica» llega en un momento de tensión
tras los sucesos de Lavapiés y la imputación de Arce por calumnias a los agentes.
La relación entre el Gobierno de Manuela Carmena y la Policía Municipal ha sido, desde el arranque de la legislatura, la crónica de un permanente desencuentro. Los continuos choques entre los representantes de los trabajadores de este cuerpo con el delegado de Seguridad, Javier Barbero, tendrán hoy su colofón en una protesta convocada por la totalidad de los sindicatos. Aunque la motivación de esta concentración –que tendrá lugar a pocos metros de la comisión en la que Barbero dará explicaciones a la oposición– tiene que ver con sus condiciones laborales, ésta llega en un momento especialmente sensible, con graves acusaciones y querellas de por medio.
En marzo, la muerte de un mantero en Lavapiés y las posteriores declaraciones de algunos miembros del Gobierno de Carmena volvieron a tensar las relaciones con Barbero. El delegado insistió en el Pleno de Cibeles en vincular el fallecimiento del vecino senegalés Mbaye con una persecución policial y los sindicatos exigieron su destitución. Antes, la concejala Rommy Arce había relacionado esa muerte con la «xenofobia institucional» y el «hostigamiento policial». Precisamente por estos tuits, Arce tendrá que declarar como investigada por un delito de injurias y calumnias. La crisis de Lavapiés evidenció entonces, según los agentes, hasta qué punto se sienten «desprotegidos» y humillados por las faltas de respeto en las que incurren algunos de sus responsables políticos.
Llovía ya sobre mojado cuando todo esto ocurrió. En 2016, varias decenas de agentes realizaron un escrache contra Barbero. Querían denunciar su incapacidad para el diálogo y le persiguieron entre gritos de «dictador» y «rojo» por la calle Mayor. Barbero acusó entonces de «fascistas» a los policías que encabezaron esta protesta. En estos años, los agentes también han acusado al responsable del área de Seguridad de ocultar y deslucir los actos con motivo de la festividad de San Juan, patrón de la Policía. También suprimió algunas unidades, como los antidisturbios, en contra del criterio de los trabajadores. El pasado año, Barbero dio traslado a la Fiscalía del contenido de un chat de policías en el que se vertían insultos contra Carmena. Por este motivo, algunos agentes están siendo investigados.
Es en este contexto en el que los agentes volverán hoy a protestar contra el Ejecutivo de Ahora Madrid en una manifestación que sus protagonistas califican como «histórica» por haber logrado llevar a un punto común a los cinco sindicatos de la Mesa de Negociaciones con el Ayuntamiento. Esta mañana, la Plaza de la Villa acogerá a un millar de policías municipales que, unidos más allá de las tendencias ideológicas que les pueden diferencias, alzarán la voz para reivindicar su lugar en la ciudad y sus derechos como funcionarios.
Entre sus peticiones, la primera se refiere a la reclamación de unas condiciones laborales dignas: «La crisis en Madrid parece haber acabado para todos menos para nosotros», ironiza Alberto Cid, portavoz del Colectivo Profesional de la Policía Municipal de Madrid (CPPM). Y es que, el convenio colectivo del sector lleva caducado dos años y no parece que desde el consistorio se vaya a presentar una propuesta que convenza a los sindicatos, que denuncian que sus derechos como funcionarios del Ayuntamiento, como sus sueldos, se encuentran «congelados». Así lo describe José Francisco Horcajo, responsable de Policía en CSIT-UP, recordando que «no ha habido subida salarial para la Policía Municipal desde 2004, siendo que el único movimiento que ha habido al respecto fue una reducción del 5% en las retribuciones en 2012».
En segundo lugar, los sindicatos denuncian la sobrecarga de trabajo que vienen sufriendo en los últimos años: «Nos encontramos ahora mismo en el nivel 4 dentro de la escala de alerta antiterrorista establecida por el Ministerio del Interior, lo que se traduce en más horas de servicio para el Cuerpo», explica Carlos Bahón, presidente de APMU. Si a esto sumamos que la plantilla se ha visto notablemente reducida en los últimos años –desde la CSIThablan de 1.000 agentes menos en un periodo de entre cuatro y cinco años– y cada vez está más envejecida por la falta de nuevos efectivos, el resultado no es otro sino «horas extras sin compensación», coinciden los tres representantes. Una situación que está provocando verdaderos problemas en la esfera privada de la vida de los policías: «Llegas a casa después de un turno extra más y tu pareja no lo entiende», se lamenta Horcajo.
Finalmente, cabe destacar el deterioro en las relaciones con el equipo de Gobierno de Ahora Madrid que todos los sindicatos aseguran venir advirtiendo desde que la agrupación capitaneada por Manuela Carmena llegara al Ayuntamiento; un desgaste que las últimas circunstancias han hecho aún más nítido de cara a la opinión pública: «Nuestros representantes tienen que medir sus palabras cuando se comunican con los ciudadanos que, de lo contrario, se nos pueden echar encima; somos sus funcionarios y, como tal, no pueden echar por tierra nuestro trabajo», dice Bahón refiriéndose al último encontronazo con algunos concejales de Ahora Madrid en el contexto de los disturbios en Lavapiés el pasado mes a raíz de la muerte de un mantero. Precisamente, es a este desentendimiento con el Gobierno municipal a lo que la Policía achaca el éxito que confían en tener con la manifestación de hoy: «Ellos, los políticos, son los que han conseguido ponernos a todos de acuerdo», concluye Cid.
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