Valencia
Simulan un seísmo de 6,3 grados con un despliegue sin precedentes en España
El simulacro trabaja con una de las hipótesis más dramáticas: 200 fallecidos, otros tantos desaparecidos, miles de heridos y vías férreas y carreteras cortadas
Más de 3.100 personas participan desde ayer y hasta pasado mañana, jueves, en el mayor simulacro sísmico realizado en España, tanto por la extensión de territorio afectado (buena parte de la comarca de la Hoya de Buñol, en Valencia), como por la cantidad de personal de rescate y figurantes.
El simulacro trabaja con una de las hipótesis más dramáticas: 200 fallecidos, otros tantos desaparecidos, miles de heridos, vías férreas y carreteras cortadas e incluso fugas de productos químicos, según ha explicado el teniente general César Muro, máximo responsable de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Bajo la coordinación de la UME, se ha simulado una emergencia de nivel 3, una catástrofe natural, que se produjo de forma ficticia en la madrugada del domingo al lunes y que ha provocado la movilización real de personal de los tres ejércitos, la UME y todos los medios autonómicos de emergencias, entre ellos, guías y perros de la Unidad Canina de Rescate y Salvamento de Murcia y técnicos de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias de la Región, incluido su responsable, Luis Gestoso.
Además, se ha unido personal civil experto en patrimonio, medio ambiente, abastecimiento de agua potable, telecomunicaciones o suministro eléctrico.
El ejercicio, que será visitado esta tarde por el Príncipe de Asturias, sirve de adiestramiento para personal civil y militar y cuenta con la participación directa del Departamento de Seguridad Nacional, Presidencia del Gobierno, Dirección General de Protección Civil y Emergencias y la Conselleria de Gobernacion.
La UME ha elegido como epicentro del terremoto la localidad valenciana de Buñol, aunque trabaja, siempre de forma hipotética, con el censo y el patrimonio de la ciudad de Lugo (108.000 habitantes), de ahí el nombre elegido para el ejercicio, "Luñol 2014".
Uno de los objetivos específicos de Luñol 2014 es la puesta en escena de la "desescalada de la emergencia", por lo que se simula la transferencia a las autoridades autonómicas de la responsabilidad en la gestión, tras el restablecimiento de servicios básicos.
Para evaluar la operatividad de los servicios de emergencias se han diseñado diez posibles escenarios relacionados con el rescate de personas, el restablecimiento de las comunicaciones y servicios, la contención de la contaminación química o el cuidado de bienes culturales, entre otros objetivos.
El más importante de estos escenarios se ha situado en una antigua fábrica cementera, cuyos propietarios han cedido de forma altruista, donde se simula la forma de trabajar en el casco urbano de Luñol.
Es aquí donde intervienen ocho equipos especializados en rescate de personas que combinan el uso de perros adiestrados y medios técnicos, cinco de ellos de la UME y otros tres internacionales.
Los ejercicios están siendo supervisados por auditores externos y cuentan también con observadores de Brasil, Portugal, Ecuador, así como con la participación de una unidad mixta de Estados Unidos.
El centro de operaciones se ha establecido en el complejo educativo de Cheste, en una zona anexa al circuito Ricardo Tormo, donde se ha instalado el puesto de mando avanzado e incluso se ha habilitado una morgue simulada.
Como parte del programa de entrenamiento, esta mañana se ha celebrado una videoconferencia entre los responsables de la UME, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Una situación de emergencia como la simulada requeriría la habilitación de inmediato 11.000 plazas en albergues, 9.000 en instalaciones hoteleras y 400 plazas para mayores en residencias, la reserva de salas UCI y plantas enteras en los hospitales de La Fe y General de Valencia, Requena o Manises, y la movilización de diez equipos forenses.
Este es el cuarto ejercicio de estas características que realiza la UME desde que se creó la unidad en octubre de 2005 y, según el general Muro, pese a ser el más ambicioso por extensión abarcada, magnitud de la tragedia y personal involucrado, "no ha conllevado un gasto muy superior"al del último simulacro organizado el año pasado, cuyo coste se cuantificó en 355.000 euros.
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