El espectáculo incluyó más de 100.000 detonaciones, ritmos, colores y referencias visuales El objetivo se centra en que la organización internacional declare a las Fallas Patrimonio de la Humanidad.

Adelantándose un día al calendario pirotécnico habitual de Las Fallas, la pólvora se adueñó ayer de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia para representar en «Mascletà para la UNESCO», mediante más de 100.000 detonaciones, ritmos, colores y referencias visuales, las señas de identidad de estas fiestas, los motivos que apoyan la candidatura de Las Fallas como Patrimonio de la Humanidad.

Amstel y Vicente Caballer se aliaron para hacer ruido por Las Fallas y lo lograron. Un final atronador, con cuatro fases de terremoto y dos de bombardeo, hicieron vibrar la ciudad entera de un espectáculo retransmitido por streaming (en el perfil de Twitter Amstel_ES mediante la innovadora tecnología Periscope) y repleto de innovaciones, con más de 260 kilos de pólvora (respetando las limitaciones de seguridad impuestas por la Policía para este entorno) y efectos pirotécnicos nunca antes vistos en Valencia, la catedral de la pirotecnia en España y referente internacional.

Durante casi siete minutos, una duración más larga de lo habitual, se han ido sucediendo 7.000 artificios pirotécnicos en un espectáculo controlado al cien por cien por sistemas digitales. Combinados con procesos artesanales y nuevas técnicas permitieron, gracias al estallido de la pólvora, hacer un recorrido sonoro, visual y emocional por los elementos más característicos de Las Fallas.

«Mascletà para la UNESCO» comenzó reproduciendo mediante detonaciones el latido de un corazón, en referencia a la pasión que los valencianos ponen en esta fiesta. Después se aludió a la importancia del fuego, recreando mediante colores y efectos sonidos un mar de llamas. Para aludir al protagonismo de la música se simuló a través de detonaciones el ritmo del popular tema «We will rock you». Y usando humos de colores en las explosiones se dibujaron las flores de L’Ofrena y se hizo un homenaje a los coloridos monumentos falleros que toman las calles durante las fiestas. El momento de reproducir La Cremà fue uno de los más intensos, simulando el color, aroma y emoción de la quema de las Fallas. «Queríamos poder reunir en un solo espectáculo los elementos más significativos de estas fiestas, lo que las hacen únicas y merecedoras del reconocimiento de la UNESCO» apuntó Alejandro Rodríguez, Sponsoring Manager de Amstel, impulsora de esta iniciativa, quien se mostró muy agradecido por el entusiasmo con el que los valencianos acogieron esta propuesta.

Para el veterano pirotécnico Vicente Caballer fue un reto maravilloso poder trasladar a este espectáculo toda la emoción y la pasión que despiertan estas celebraciones. «Estamos muy contentos, para nosotros esta mascletà es muy especial porque nos ha permitido expresar todo lo que para miles de valencianos son las Fallas. Y también ha sido una oportunidad para que se pudiera disfrutar de una parte de nuestro trabajo que aún no habíamos podido enseñar en Valencia».