Echávarri se aferra a la alcaldía y gobernará con seis ediles de los 29

La vicepresidenta del Consell le insta a dimitir y Puig dice que no son casos de corrupción

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, del PSPV-PSOE, no dimitirá pese a su procesamiento por el fraccionamiento de contratos y su citación como investigado por el despido de una interina, y aseguró ayer que está dispuesto a dirigir la ciudad con el apoyo de solo seis de los 29 concejales.

El tripartito que lideraba Echávarri comenzó a desintegrarse con la renuncia ayer de los tres concejales de Compromís y la anunciada de los cinco de Guanyar (EU, Podemos e independientes) el próximo día 15, en protesta por su no dimisión a raíz del procesamiento por presunta prevaricación por el fraccionamiento de unos contratos en el área de Comercio.

A este procesamiento se suma que ayer otra juez le citó a declarar como investigado por el despido de una interina cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala, lo cual ocurrió poco después de que los populares acudieran a los juzgados para denunciar el caso anterior de Comercio.

En una rueda de prensa convocada poco antes, Echávarri anunció que seguirá en el cargo porque aún no se le ha abierto formalmente juicio oral y, sobre todo, para evitar que la alcaldía recaiga en el PP, que está en la oposición pese a que fue el partido más votado en las últimas elecciones.

A este respecto, fue preguntado por si seguirá en el cargo si se le abre definitivamente juicio oral a lo que evitó contestar directamente con el argumento de que no habla de «futuribles».

Los efectos de la situación del ayuntamiento alicantino no se limitan al municipio ya que, desde Valencia, el secretario general de Podem, Antonio Estañ, indicó que la permanencia de Echávarri «pone en riesgo el cambio en toda la Comunitat».

Por su parte, la vicepresidenta del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra, también pidió a los socialistas, con quienes gobierna en la Generalitat, cumplir el acuerdo para la refundación del pacto de gobierno en Alicante, según el cual si la situación judicial del alcalde se agravaba «se buscaría otra candidatura» a la alcaldía con el argumento de que «la ética, el buen gobierno y la transparencia son inherentes al cambio político».

El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, admitió que se trata de «una situación complicada de ingobernabilidad», al tiempo que subrayó que la situación judicial de Echávarri no responde «en ningún caso» a corrupción, por lo que equipararle a los anteriores escándalos del PP en la ciudad «no tiene sentido».

Desde la oposición, el portavoz local del PP, Luis Barcala, cree que el alcalde carece de «credibilidad ni ética ni política» y opinó que Compromís y Guanyar «se van del barco cuando este empieza a hundirse».