Barcelona
La «vía Iceta» de la abstención técnica
El socialista se impone en las primarias a Núria Parlon y mantendrá su «no» a Rajoy esta semana ante la gestora.
El socialista se impone en las primarias a Núria Parlon y mantendrá su «no» a Rajoy esta semana ante la gestora.
Miquel Iceta ha ganado las primarias en el PSC. Ha obtenido el respaldo del 54,14% de la militancia socialista frente al 45,86% de su rival, la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon. 747 votos le permitirán continuar al frente de los socialistas catalanes. Ambos dirigentes conocieron los resultados en la sede del partido, en la barcelonesa calle de Nicaragua, que posiblemente haya visto su última cita electoral, ya que el PSC ha vendido su sede. Las primarias han sido de guante blanco de puertas afuera, pero de puertas adentro algo de juego sucio se ha movido. Quizás la debilidad del partido ha evitado que la sangre llegue al río. Ambos candidatos han presentado programas casi idénticos que volverán a confrontar en el congreso que se celebrará el mes que viene. Sabiendo lo que se avecina, Miquel Iceta pidió unidad en el PSC «ni un minuto antes ni un minuto después, se producirá una herida –tras las primarias– en nuestro partido. No hay parlonistas ni icetistas, hay socialistas», ante los difíciles escenarios que se avecinan «estamos vivos, fuertes y unidos, capaces de ganar en las batallas que tenemos y en las que vendrán».
Miquel Iceta habló ayer noche con Javier Fernández, el presidente de la Gestora. También lo hizo con Susana Díaz y con Pedro Sánchez. Les trasladó la posición de todo el PSC –incluida Parlón– de votar no a la investidura de Rajoy. Aunque no oficialmente, y siempre en privado, el entorno de Iceta no descarta la abstención técnica para evitar de esta forma romper las costuras con el PSOE. Los que teorizan con esta propuesta apuntan que el PSOE mantenga su «no» a Rajoy en el próximo Comité Federal pero que facilite su investidura con los diputados necesarios. «Es la posición más inteligente», opinaba un diputado socialista catalán. Esta opción del socialismo catalán se sitúa en la órbita de la «vía Page», que no está mal vista en otros territorios como Valencia, y en la que encontrarían acomodo los diputados más cercanos a Pedro Sánchez. De esta forma, se evitaría un cisma porque las demandas de disciplina de voto han arreciado en los últimos días, sobre todo desde el socialismo andaluz. Los socialistas catalanes no son los únicos que la han rechazado, aunque concentren todas las miradas.
Iceta, en su discurso, apuntó en este sentido que «hemos de encontrar, entre todos, la manera de no decepcionar a millones de socialistas que nos miran». Mantener el voto «no» a Rajoy por parte del PSOE, como decisión política, es positiva para Iceta porque «ser coherentes con la posición política es bueno». La abstención técnica de 11 diputados permitiría para los valedores de esta opción «mantener la coherencia y evitar agravar la crisis interna». Con este criterio, se intenta poner paños fríos en la tensión que se vive en el PSOE que sigue caminando hacía un congreso. En este punto, el ganador de las primarias ha lanzado «un mensaje claro a los compañeros del PSOE: escuchar a la militancia es bueno». Iceta ha defendido siempre que un cambio de postura sobre la investidura debe ser consultado a la militancia. La «abstención técnica» la evitaría. Iceta tendrá que esmerarse a fondo para aprobar su primer examen. Tras este primer escollo vendrán más. El primero, el congreso socialista que se celebrará el próximo mes de noviembre. El ganador de ayer tendrá que configurar un equipo fuerte, dando papel a Núria Parlon, y establecer la estrategia del PSC. En dos ámbitos: en el interno, clarificando la posición federalista del PSC, y, en el interno, en el conjunto de la movida política catalana. Iceta considera que Puigdemont fracasará con su quimera del referéndum y tendrá que convocar nuevas elecciones. El líder socialista augura un cambio de escenario político, con el «procés» hecho añicos y una nueva correlación de fuerzas por la caída del PDC en la que los socialistas catalanes tendrán un papel relevante. Iceta no descarta entenderse con otras formaciones de izquierda como la formación de Ada Colau e, incluso, con una ERC republicana que, liderando el soberanismo, dé un paso atrás en la escalada soberanista tras el fracaso del referéndum. Sin embargo, para alcanzar este papel relevante, Iceta no puede mirar sólo al frente nacionalista. También el PSC deberá fortalecer su política de izquierdas para recuperar terreno ante el auge de Colau y disputarle el liderazgo de la izquierda catalana. En las últimas autonómicas, el PSC evitó el sorpasso aprovechándose de que Colau no jugó en la partida de Catalunya Sí que es Pot. En este punto, tendrá que escuchar las propuestas sobre «giro a la izquierda», que propone Parlon. Al tiempo, los socialistas catalanes deben poner en marcha políticas socialdemócratas, alejadas de veleidades nacionalistas, para recuperar a los electores decepcionados que abandonaron el PSC por C’s, sobre todo en Barcelona y Tarragona. No tiene una tarea fácil, pero Iceta ha recibido el aval de la mayoría de la militancia del PSC. Su experiencia ha recibido un espaldarazo. Su principal reto es dejar atrás al PSC de la resistencia, al continuamente derrotado, al que sólo aspira a ganar a las encuestas mientras cede terreno comicios tras comicios. Debe recuperar la ilusión de un partido herido y volverlo a poner en la «pool position» de la política catalana, y española. No lo tiene fácil.
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