Teatro

Barcelona

Batalla de canciones en la era queer

El Grec trae al Lliure la alegre, crítica y épica «A 24-Decade History of Popular Music» de Taylor Mac

Taylor Mac en acción durante el espectáculo
Taylor Mac en acción durante el espectáculolarazon

El Grec trae al Lliure la alegre, crítica y épica «A 24-Decade History of Popular Music» de Taylor Mac

¿Por qué no explicar la historia a través de las canciones que mejor han definido su época? Si la música pop es el grito definitivo de autoafirmación, ¿acaso la historia de la música pop no será otra cosa que la historia de la autoafirmación? El problema está que muchas veces reafirmarnos como individuos y como comunidades parece significar enfrentarnos a otros que no son como nosotros. Porque el relato oficial marca las pautas de normalidad y lo que queda fuera, ¿qué representan salvo la disidencia y la resistencia? Entonces, ¿cuáles son los relatos no oficiales que marcan las pautas desgregadas de la norma? Sí, también las canciones pop.

La música vehicula como nadie el sentir de un colectivo y todo colectivo tiene derecho a su propia manera de sentir, por lo que tiene derecho a su propia música. ¿Qué ocurre cuando nos enfrentamos a través de la música? Pues es la decadencia y la barbarie, simplemente. Entonces, juntar todos estos derechos, todas estas músicas, todos estos colectivos, será lo mismo que realizar una especie de ópera definitiva para capturar a todos los seres humanos habidos y por haber y mostrarlos tal como son sin jerarquías ni grados, sin enfrentarlos entre sí, sólo en busca de una aparente igualidad.

Al menos eso es lo que ha conseguido Taylor Mac con su aplaudido y premiado «A 24-Decade History of popular músic», un montaje de 24 horas y 246 canciones que ahora llega al Lliure reducido y compactado en dos horas para auspiciar la crítica social y política más colorista y alegre. ¿Qué pasó la última vez que se concentró tanto la inmensidad de la experiencia? Pues el mismísimo Big Bang y ya sabemos que aquello fundó a nuestro universo. «En realidad, todo mi arte se basa en tratar de descubrir la gamma completa de lo que puede ser un ser humano», dice el artista.

Mucho más allá de la iconografía drag, el montaje, basado en el color, el entusiasmo, la improvisación y la autoafirmación como lema vital , el espectáculo funciona como un viaje por la historia a ritmo caníbal con una banda sonora que va desde cantos típicos de la comunidad judía de Nueva York hasta temas de Bruce Springsteen. «Lo importante es participar, contactar con la persona que tienes al lado y utilizar el poder de la música para sentirnos unidos y reflexionar», asegura Mac.

El espectáculo llega a Barcelona adecuada al público local con la paticipación de la cantante Mariola Membribes y el artista y traductor de Quim Pujo. Las canciones se centrarán sobre el tema de resistencia, en un contexto del procès independentista que enfrenta dos realidades antagónicas. Se conserva, eso sí, los seis músicos en el escenario y el centenar de cambios de vestiario con los diseños de Machine Dazzle. «En la versión reducida me salto un poco el orden cronológico y voy repasando la historia de manera más libre, pero el espíritu del espectáculo es el mismo: mostrar a través de canciones populares cómo algunas comunidades han sufrido mucho a lo largo de la historia», afirma Mac.

El protagonista mostrará cómo ciertas canciones alegres e inocentes esconden mensajes misóginos, racistas y homófobos. Y así hasta llegar a día de hoy, donde los prejuicios siguen teniendo sus canciones.