Barcelona, la ciudad de las 129 calles repetidas

Cuenta el «Diccionario Nomenclator de las vías de Barcelona», el «vademecum» donde se encuentran los secretos de las calles, que una de las razones por las que hay nombres repetidos es porque ya existían en los municipios de origen antes de agregarse a la ciudad, como Sarrià, Horta o Gràcia. Pero el caso del general Prim desmonta este argumento, la rambla, la calle y el pasaje dedicadas a este político y militar, que además cuenta con una estatua ecuestre en la Ciutadella, están en el mismo distrito: Sant Martí.

En el nomenclátor de Barcelona se utilizan 4.483 nombres, de los cuales 129 están repetidos. Por ejemplo, la patrona de la ciudad, Santa Eulàlia, tiene una plaza, una bajada, una calle y un pasaje dedicados. Y se dan otros once casos, como el del poeta Joan Maragall, que se repiten hasta tres veces. Mientras, hay una larga cola para entrar en el nomenclátor, difícil de reducir, porque la ciudad está bastante acabada y se inauguran pocos espacios nuevos.

El último estreno ha sido una placita en Ciutat Vella que el Ayuntamiento ha bautizado con el nombre del creador de la «estelada», Vicenç Ballester. La elección causó un encendido debate, como lo causará que Pepe Rubianes de el nombre a una de las nuevas plazas del Paral.lel. No han pasado los cinco años de su muerte–el 1 de marzo se cumplirá la efeméride–, que es el tiempo requerido para tener una calle y Pepe Rubianes tiene ya espacio. Salvador Dalí hace 25 años que murió y sigue esperando junto a Freddie Mercury, el Che Guevara, Cortázar, la peseta, Juan Pablo II o el Capitán Trueno.