Moda
Pijo-Canalla, ¿para qué elegir si puedes ser los dos?
¿Suena antagónico? Lo es. Descubre la tendencia que junta hábilmente los conceptos del varsity y del grunge.
Como está de moda hablar con palabras clave para alimentar los algoritmos y mejorar el SEO, aquí van algunos términos que podíamos utilizar si tuviésemos que hacer una primera búsqueda en Google de la tendencia que denominaremos “pijo canalla”: Hamptons, WASP y Ivy League por un lado y grunge e indie sleaze por otro. Y es que esta nueva moda que llega para primavera-verano 2024 no es una mezcla de estos elementos, es, para ser más precisos, una quimera. Elaboremos. No se trata de elegir piezas y accesorios al tuntún de los universos preppy y grunge y agitarlos en una coctelera. Hay que saber muy bien qué prendas usar, cómo y en qué proporción, porque no todo vale. Lo primero y más importante para acertar es conseguir que prime el pijo sobre el canalla. Aquí las cantidades para la receta fashionista: 70 % preppy y 30 % grunge. El punto de partida estético tiene que ser un partido de polo. Lo siguiente es que parezca que la tarde derivó en un brunch en algún lugar trendy y acabó en una rave clandestina. El look de base es estilo Ralph Lauren. Añadimos un punto Saint Laurent y rematamos con un estilismo Generación Z.
Para acertar con la parte del estilismo, solo hay que ver el de Miuccia Prada para Miu Miu: camisas por fuera, cuellos mal colocados y bolsos customizados con cadenas y ositos de peluche a modo de charms. Y es que si quieres usar la pasarela como inspiración, fíjate en los desfiles de Miu Miu, Tod’s y DSquared2, todos made in Italy. Sin duda, los italianos tienen unos códigos pijos muy parecidos a los nuestros: Superga, náuticos marrones, polos de colores pastel, pantalones de pinzas beige, cinturones de tela, etc. A todo esto los hermanos Caten le han dado un giro inesperado. Ellos mismos explican que el storytelling detrás de la colección es gente de la alta sociedad descubriendo el mundo del entretenimiento adulto. ¿El resultado? Un desfile de looks inspirados en el tenis o el golf pero con boxers a la vista (para ellos) y con ropa mínima como microvestidos (para ellas). Polos de rugby de rayas en colores pastel, mocasines lustrosos con calcetines de rombos, minifaldas de tablas y jerséis anudados en los hombros. Para entendernos, el look es Borjamari se abre una cuenta de OnlyFans.
Ahora bien, las que llevamos tiempo siguiendo las tendencias sabemos que aquí no hay nada nuevo que ver. Y si no, que se lo digan a Kate Moss, que a principios de los años 2000 era la reina del soft grunge, lo que venía a ser un híbrido entre el posh inglés y el grunge de la época. Nadie como ella mezclaba los pitillos de cuero negro con polos de Ralph Lauren talla XS o estampados clásicos de Burberry con chaquetas de aviador desgastadas de Camden Market.
La diferencia entre loslooks de la modelo británica y los ‘pijismos’ actuales es que mientras ella lo vivía y formaba parte de su identidad, hoy en día se utiliza sin darle mucha intención. Llevar ropa de pijo no necesariamente implica el comulgar con estos códigos. Algunos podrían tacharlo de apropiación cultural, pero es simplemente una elección estética. Es como aquellas personas que se han apuntado al grandpacore (look de abuelo)…, lo que no significa que sean abuelos ni que aspiren a octogenarios precoces. Vestir de pijo no te convierte automáticamente en pijo.
El caso es que hace ya tiempo que podemos encontrar aquellos elementos considerados ultraelitistas en marcas más asequibles como Longchamp o Tommy Hilfiger. Ya no hace falta ser hijo de un magnate de las finanzas norteamericano para llevar un chaleco de plumas, y no es necesario que sea de Loro Piana, puede ser de Uniqlo. Y si te fijas bien, verás que la inspiración es la década de Y2K, la dosmilera, o lo que es lo mismo, a principios de los años 2000. Sí, has leído bien, puedes desempolvar tus polos de algodón grueso de Abercrombie. Puntos extra si te quedan oversize. Úsalos sobre una falda de encaje a lo Jenny Humphrey deGossip Girl o con unos shorts de cuero de cintura baja. Lo más importante, no le des la razón a aquellos que argumentan que el uso de esta tendencia es irónica, casi de mofa. Cuando quieras probarla, que no parezca que te has disfrazado de pijo para Halloween.
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