Tom Cruise y Kidman, separados por la Cienciología

El documental «Going Clear» desvela cómo la agrupación americana acabó con el matrimonio e incluso pinchó el teléfono de la intérprete.

Si en el matrimonio católico se pronuncia aquello de «lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre», la Cienciología parece haberse propuesto invertir la fórmula y disolver todas las relaciones sentimentales que atañen a su feligrés estrella: Tom Cruise. La polémica ha vuelto a llamar a las puertas de esta cuestionadísima agrupación –cuya inflexibilidad y hermetismo le han valido el calificativo de secta en más de una ocasión– avivada por «Going Clear: Scientology, Hollywood and the prison of belief», el nuevo documental del oscarizado Alex Gibney, que fue proyectado el domingo en el Festival de Sundace en Utah, EE UU. En él, Marty Rathbun, un importante cargo de la congregación ya retirado desde 2004, relata en primera persona la trama que le encomendaron: destruir el matrimonio formado por Cruise –uno de sus miembros más conocidos– y Nicole Kidman.

Violencia y técnicas intimidatorias

Según Rathbun, la intérprete, criada en el catolicismo, se consideraba «un peligro potencial» para la comunidad y desde el principio no fue vista con buenos ojos por la profesión de su padre, que era un renombrado psicólogo australiano, oficio al que la Cienciología se opone y reprueba. Además, según publica el «Daily Beast», David Miscavige, líder de la organización, habría chantajeado a Cruise con informaciones comprometidas sobre sus supuestos fetichismos sexuales. Algo que, según parece, es muy común entre los adeptos que pretenden dejar de serlo y que sufrirían técnicas de intimidación y violencia física.

Las reticencias iniciales sobre Kidman se fueron agravando durante los casi once años que estuvieron juntos, tiempo en el que progresivamente Cruise se habría alejado de la Cienciología más de lo que deseaban sus líderes espirituales. La situación alarmó a la cúpula y los recelos hacia la actriz alcanzaron tal punto que, según relata Gibney, él mismo llegó a pinchar el teléfono personal de la protagonista de «Mouline Rouge» con el permiso de su entonces marido, quien estaba preocupado por su actitud. Asimismo, la Cienciología también estaría detrás de que los hijos adoptivos de la pareja, Isabella Jane y Anthony Conno, se pusieran en contra de la intérprete. Todo valía para conseguir así su cometido: distanciar al matrimonio y recuperar a su seguidor más internacional.

Real o no esta conspiración, la pareja acabó divorciándose en 2001 y, aunque Kidman siempre había mantenido una actitud prudente respecto a los años junto al protagonista de «Misión imposible», en 2014 reconocía a la revista «The Edit» que su relación había sido «un infierno» por la «obsesión» de Cruise por sus creencias. La actriz incluso llegó a contar que le pidió que no la abandonase, pero Cruise ni siquiera quería afrontar los problemas. El documental, que sorprendió por sus revelaciones sobre el que fue uno de los matrimonios más flamantes de Hollywood, consiguió levantar entre aplausos a los espectadores en un par de ocasiones mientras se proyectaba. La cadena elegida para emitir el controvertido documento el 16 de marzo es HBO, que encargó a 160 abogados para la revisión de la misma antes de dar el paso de hacerla pública.

La cinta está inspirada en el libro de Lawrence Wright publicado en 2013 y de homónimo nombre. Las declaraciones del autor sobre todo lo que rodea a la comunidad son taxativas: «Protegen la libertad del ser humano, pero en su constitución no se contempla el hecho de que sus miembros se alejen de la que un día fue su casa», narrando lo que parece más una prisión a cal y canto que una religión optativa.

Las polémicas de Cruise con la comunidad no es nada nuevo, el actor ya reconocío en 2013 que su vínculo con esta fue una de las razones del divorcio con Katie Holmes, ya que, según él, su ex mujer «intentó protejer a Suri». El documental también revela que la Cienciología habría acumulado millones de dólares libres de impuestos gracias a su estatus como comunidad caritativa. Los responsables de esta agrupación se defendieron hace días con una publicación en el periódico americano «The New York Times», donde desmiente todo lo contado por «Going Clear».