El morenómetro

Los diputados han vuelto esta semana al Congreso para participar en el Debate de Investidura de Mariano Rajoy y han traído consigo las huellas del verano.

Con el comienzo de septiembre termina oficialmente el verano, pero por unas semanas más quedará en la piel el rastro del sol absorbido durante los días de vacaciones. Entre los que salieron de sus ciudades huyendo del calor este agosto estaban también los políticos del país que, a pesar del tenso clima posterior a las elecciones, se tomaron un periodo de descanso como el resto de ciudadanos. A su regreso al Congreso para participar en el debate de investidura de Rajoy muchos diputados traían consigo las huellas del verano: se les veía mucho más morenos que de costumbre.

Entre los que más tonos de piel parecen haber aumentado está el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que habrá vuelto a Madrid después de pasar unos días en Jávea, Alicante, un municipio de menos de 30.000 habitantes donde el ministro tiene una casa y un barco. La mayoría de sus vecinos son extranjeros que pasan sus años de jubilación disfrutando del buen clima y las aguas cristalinas de las calas de Jávea. Aunque es evidente que ha pasado unas buenas horas al sol, el ministro no suele desconectar de sus funciones en verano; al contrario, instala en Jávea su cuartel general, donde recibe a periodistas y compañeros de trabajo durante las vacaciones.

Otro miembro del PP que logró compaginar descanso con trabajo fue Pedro Morenés, ministro de Defensa, que pasó unos días en el campo, en Extremadura, pero estuvo viniendo al Consejo de Ministros todas las semanas. Es el caso también del ministro de Justicia Rafael Catalá, que sin duda resaltó por ser uno de los más bronceados, y que sin embargo estuvo sólo dos fines de semana fuera de Madrid, en Sanxenxo, y unos días en Denia, Alicante. Mucho de su color viene de los partidos de tenis que disputó en la capital durante sus horas de almuerzo.

La secretaria general de PP, María Dolores Cospedal, llegó al Congreso el miércoles con una blusa naranja que realzaba su bronceado marbellí. Cospedal suele elegir Marbella como destino vacacional, ya que allí puede descansar junto a su esposo, Ignacio López del Hierro, y su hijo Ricardo, de 9 años, sin estar demasiado lejos de la capital. En 2013 protagonizó alguna portada por las fotos que le tomaron en la Costa del Sol luciendo un bikini negro, pero este verano ha mantenido un perfil muy bajo. Se le vio disfrutando junto a una amiga del concierto de Alejandro Sanz en el Starlite. También pasó a tomar el aperitivo en el club de Playa de Guadalmina, donde pidió cerveza. En todo caso, Cospedal mantuvo un pie –y seguramente la cabeza– en Madrid durante el mes de agosto, pues se le vio en varias ocasiones junto a Rajoy en la capital. En ocasiones anteriores, la secretaria ha comentado lo difícil que se le hace no pasar tiempo con su familia, especialmente con su hijo, que la echa de menos y ya le ha reclamado sus ausencias en alguna ocasión.

En su último fin de semana de descanso antes de pisar el Congreso, Pedro Sánchez, uno de los rostros más morenos del miércoles, estuvo en Ibiza, donde ciertamente no parece haber dedicado tiempo a preparar su discurso del debate. Se le vio bañándose en el mar y tomando el sol junto a su mujer, Begoña –que exhibió figura en bikini–, y sus hijas Ainhoa y Carlota. Antes de instalarse por el día en el Parque Natural de Ses Salines, estuvo de paseo junto a ellas y unos amigos por el Puerto de Sant Miquel. Es la segunda vez que va a Ibiza este verano, pues ya estuvo en la isla Pitiusa en julio. Entre medias, y después de su escapada a Mojácar –la de su «incógnito» en un chiringuito–, el líder socialista estuvo en el Festival Internacional de Benicàssim. A mediados de agosto, cuando se le presumía enredado en negociaciones, Sánchez estuvo unos días en Vera, Almería, donde tiene su residencia de verano y donde este agosto se le vio bañándose en el mar y acostado leyendo una novela de Haruki Murakami.

La ministra de Agricultura también resaltó por su piel bronceada. Aunque este verano estuvo muy ocupada con los múltiples incendios que se produjeron en el país, por su tono de piel parece que encontró algún momento para jugar al tenis, su deporte preferido (aunque también practica el esquí y el golf). García Tejerina estuvo, además, en Nueva York a finales de agosto junto a Rafael Nadal, de quien se ha declarado fan, promocionando el aceite de oliva.

Xavier García Albiol tampoco se queda atrás en la lista de los más morenos. El ex alcalde de Badalona lució el miércoles un color envidiable, probablemente obtenido tras pasar unos días en su piso de la calle Santa Madrona de Badalona, comúnmente llamado paseo marítimo. A García Albiol, de 48 años, le gusta mantenerse en forma, pero no sólo yendo al gimnasio, sino practicando deportes al aire libre, como montar en bicicleta, uno de sus «hobbies» preferidos. Además, es dueño de un pequeño velero que mantiene amarrado en la marina de Badalona y con el que sale a navegar cuando su apretada agenda se lo permite. Por eso, su bronceado este septiembre no sorprende ni contrasta demasiado con su tono de piel del resto del año. Quien también llegó muy bronceada fue Patricia Reyes, diputada de Ciudadanos; aunque, a decir verdad, Reyes, oriunda de Madrid, suele lucir morena durante todo el año, como su compañera, la concejal Begoña Villacís.

Las socialistas Susana Sumelzo y Meritxell Batet, la presidenta del PP catalán Alicia Sánchez Camacho y la portavoz de En Marea Alexandra Fernández también presumieron de bronceado. Entre los hombres, resaltaron el podemita Alberto Rodríguez, oriundo de Canarias y por tanto siempre cercano al sol, y Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, el ministro de Justicia Rafael Catalá Polo y el socialista José María Barreda, ex presidente de la Junta de Castilla-La Mancha.

*1. Pedro Sánchez, líder del PSOE 2. José García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores 3. El ministro de Justicia, Rafael Catalá 4. Meritxell Batet, del PSOE de Cataluña 5. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho 6. Alberto Rodríguez, de Podemos 7. María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP 8. Susana Sumelzo, del PSOE Aragón 9. Xavier García Albiol, presidente del PP Badalona 10. Patricia Reyes, de Ciudadanos 11. Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem 12. El socialista José María Barreda 13. El ministro de Defensa, Pedro Morenés 14. Marian Beitialarrangoitia, de EH Bildu 15. Francesc Homs, portavoz del Partit Demòcrata de Catalunya 16. El secretario político de Podemos, Íñigo Errejón 17. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo 18. María González, del PSOE 19. Joan Baldoví, portavoz de Compromís 20. Alexandra Fernández, portavoz de En Marea 21. Rafael Mayoral, de Podemos 22. Eduardo Madina, del PSOE 23.Teresa Jordà, alcaldesa de Ripoll 24. Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura

Los que no vieron el sol

Javier Maroto no perdió la oportunidad de comentar en corrillo del patio del Congreso que entre tantos bronceados postverano, él mantenía su color de siempre. De hecho, el vicesecretario del PP del País Vasco quiso apostar con los periodistas que él era el menos moreno de todos los presentes, dando a entender que su palidez implicaba que había pasado el verano en la oficina en vez de en la playa. José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, que en el debate manifestó su apoyo a la investidura de Rajoy, también habría podido presumir de blancura. Lo mismo que el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, otro de los que no parece haber pasado demasiado tiempo al sol este verano.