Compras
¿Compramos de forma compulsiva o necesaria? Noviembre es el mes favorito para hacer las compras de Navidad
Una psicóloga nos da las claves para controlarlo
Desde que empezó en España la celebración del Black Friday,el mes favorito para hacer las compras navideñas, de todos los ciudadanos, era diciembre. Recuerdo que nuestros padres hacían compras de última hora para sus regalos de Navidad y hasta el último momento, no se sabía muy bien si tendríamos esos ansiados regalos navideños. Pero, esto ha cambiado, la sociedad, el consumismo y el Black Fridayhan cambiado el ritmo de las compras navideñas y los usuarios prefieren noviembre como el mes para hacer sus compras, de esta manera, aseguran que se administran mejor y pueden controlar sus gastos.
Pero, ¿es esto del todo cierto? ¿compramos de forma compulsiva o necesaria? Para resolvernos las dudas, hablamos con la psicoterapeuta Alicia Reinoso, que nos dará respuesta a estas cuestiones. Desde que el Black Friday llegó a nuestra vida (y las rebajas en general), hemos hecho que el consumo de fast fashion y compras de primera mano, sea imprescindible en nuestras vidas, ¿es sano o hay algún problema camuflado? Nuestra experta, tiene la respuesta.
Antes de comenzar, necesitaríamos saber si realmente consumimos todo lo que necesitamos, si compramos de forma compulsiva o de verdad, es necesaria: ‘’Esto es una realidad fácilmente contrastable, abramos el armario al azar de un adulto (sin entrar en género) de la Comunidad de Madrid por ejemplo, seguramente tiene muchos más zapatos de los que ‘necesita’. Por otro lado, término necesidad puede ser entendido con muchos matices, ‘mamá, necesito un móvil nuevo, porque todo el mundo tiene un móvil nuevo’. Aquí lo que se pone en juego es el narcisismo: ¿quién soy yo si no tengo un móvil nuevo?¿quién va a querer hablar conmigo? A veces, la falta de control en las compras está muy relacionado con una falta en el ‘ser’ esto es: ‘necesito tener cosas para ser alguien para los demás’ alguien guapo, poderoso, enrollado’', comenta la experta. Si que es cierto que la mayoría de las veces, si lo vemos desde el otro punto de vista, necesitamos aparentar para intentar encajar en la sociedad, por lo que es probable que compremos de forma compulsiva y no necesaria para agradar a los demás o para encajar en la sociedad.
Y si todo esto, es para encajar dentro de una sociedad dónde el consumo, el ‘postureo’ y las grandes marcas, son las protagonistas, ¿dónde quedamos nosotros? ¿tenemos un problema?: ‘’Considero que detrás de un comprador o compradora compulsivo siempre va a haber una sensación de vacío que no está elaborada. Por ejemplo, adquirir artículos materiales muchas veces proporciona una sensación de bienestar de manera inmediata, pero... ¡sorpresa!, al cabo de unas horas o unos días, la sensación de vacío y tristeza (angustia también) vuelve a aparecer. El sujeto en cuestión a aprendido a calmarse de manera inmediata con este comportamiento. Lo frustrante es descubrir una y otra vez que uno no necesitaba unos pantalones nuevos u otro abrigo oversize de tendencia, que no “es eso”. Por lo tanto, encontramos una relación con personas que tienen falta de control de impulsos y con dificultades para pensar de una manera reflexiva sobre sus emociones y sentimientos. Además de enmascarar depresiones y problemas de ansiedad, tras estos problemas’', explica Reinoso. Parece que las compras pueden descontrolar nuestros comportamientos e intentar suplir debilidades con ellas, por lo tanto, podría considerarse un trastorno y deja de ser algo gustoso para convertirse en algo peligroso.
Sinceramente, las personas que suelen ser compradores compulsivos, lo saben. Aunque nuestra experta nos ha dado algunos trucos para intentar controlar los impulsos y hacer más llevaderas lascompras navideñas e incluso, gestionar el Black Fridaycon éxito: ‘’El recurso de hacer una lista y tener un presupuesto es una pauta de conducta que puede funcionar. Sin embargo, en casos más graves se requiere un trabajo más en profundidad y descubrir con qué tiene que ver las compras sin control. Darse un capricho de vez en cuando pero tener la capacidad de manejar los impulsos es una capacidad que no se adquiere solo siguiendo unas pautas. Es algo que nos enseñan desde pequeños, hay que retrasar la recompensa inmediata: ‘lo quiero y lo quiero ya’ (hemos escuchado hablar de niños exigentes y padres sometidos a esa exigencia). Todo se aprende desde pequeñitos’', concluye.
Por lo tanto, ser compradores compulsivos podría llegar a ser nuestra peor pesadilla, hacernos perder el control y hasta arruinarnos. Ahora, que llegan fechas complicadas, intentad adelantar las compras de navidad para no comprar en exceso y sin necesidad. Aprovechad elBlack Friday(y date un capricho) pero, no conviertas este hábito en constante, porque todos los trastornos, acaban mal.
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