Cargando...

Entrevista

NIL MOLINER: “Cuando me bajo del escenario no recuerdo nada de lo vivido. Es una borrachera emocional increíble”

El cantante catalán presenta su segundo álbum de estudio: ‘Un secreto al que gritar’.

Entrevista a Nil Moliner. DAVID JAR

Cuantos secretos tenemos que gritar y cuantos nos callamos muchas veces. Pero él, no solo los gritas, si no que los canta a pleno pulmón y a corazón abierto para emocionarnos una vez más. Y ya hemos perdido la cuenta. Buen rollo, talento y música, mucha música. Sí, no podíamos estar hablando de otro artista que deNil Moliner. La música lo ha salvado muchas veces y ahora es él quien nos salva con sus canciones. Sonrisa eterna, energía a raudales y esos calcetines de la mítica serie de los ‘Rugrats’ con los que nos ha conquistado al sentarse para esta entrevista. Él es así. Un culo inquieto que hace música como terapia de su propia locura a la que ha contagiado a centenares de seguidores en los últimos años.

El cantante catalán presenta su esperado segundo álbum de estudioUn secreto al que gritar. Un disco que llega para seguir haciendo crecer a un Nil Moliner que en poco más de dos años se ha convertido en uno de los artistas más importantes del panorama musical español. Y aún queda mucho Nil por descubrir y mucha batalla por dar. Y es que con su música nos ha disparado directos al corazón. ¡No te pierdas nuestra entrevista con Nil Moliner!

¿Qué tal, Nil? Vuelves con este segundo disco, ‘Un secreto al que gritar’.

¡Muy emocionado! Al final cuando sueltas una canción, o un álbum en este caso, se convierte en la banda sonora de una emoción de una persona, un recuerdo, por eso siempre digo que son suyas las canciones. Siempre pienso que cuando alguien escucha una canción tendría que poner Nil Moliner y entre paréntesis, la gente. Porque ellos son los que hacen lo que quieren con la canción, la hacen grande o no.

‘Un secreto al que gritar’, entiendo que es muy especial este segundo disco porque además de regalarnos tu música, nos regalas tus sentimientos. Te abres en canal y nos abres tu corazón.

Al final es eso, un disco muy autobiográfico. Un disco en el que cuento verdades y cuento lo que me ha pasado a mí. Al final soy yo y la gente que escuche ‘Un secreto al que gritar’ va a saber como soy y me va a conocer un poquito más aún. Situaciones crudas, no tan crudas, alegrones, está todo ahí.

Es como si abrieras ese diario que muchos teníamos de pequeños y nos contaras tus historias en forma de canción.

Básicamente es eso. Al final son experiencias que he vivido antes y después de la pandemia, porque durante la pandemia no pude escribir. Son eso, situaciones que he vivido, cosas que me han emocionado y he podido escribir con esa emoción.

Porque la última vez que hablamos, me decías, para mi la música, es como una terapia y descubro cosas que no sabía ni que tenía dentro.

Totalmente. Para mi escribir canciones es un acto de supervivencia. Y compartirlas con la gente es parte de la terapia. Yo siempre escribo, cuando estoy triste, cuando estoy feliz... Siempre. Cuando estoy en la mierda, cuando estoy normal, es que me va muy bien como terapia escribir. Después aprovecho y esos garabatos los hago canciones. Me sienta bien.

Podemos decir entonces que te pasas el día escribiendo, estás enganchado.

(Risas) No, pero casi. Escribo cuando me viene el venazo, tengo el bloc de notas todo el rato a mano.

Tienes que volver loco a tu equipo y a la discográfica entonces, porque eres una máquina de hacer canciones.

Sí, más o menos escribo una canción por semana.

¿¡Por semana?!

Sí, por semana (risas). Pero ya te digo, sin ninguna intención, porque me va bien.

Me tengo que imaginar a Nil de chiquitito, el típico que escribía los poemas en el colegio y hacía llorar a la familia.

¡Totalmente! Es más, me acuerdo de ir al Zoo de Barcelona y escribirle una canción a Copito de Nieve. Me sorprendió mucho un gorila albino y mi madre siempre me lo recuerda. Algún día la encontraré. Así que imagínate si hace mucho que escribo canciones.

A este ritmo de una canción por semana, entiendo que es muy difícil el momento de sentarte y elegir solo once para el disco.

Es muy chungo. De cincuenta escoger las mejores o las que más te emocionan o te emocionaron en su momento. Si que es verdad que tengo canciones en el cajón que a lo mejor salen en mi tercer disco o no salen, no lo sé. Pero si que es verdad que depende del momento, pero también es verdad que soy un culo inquieto y siempre quiero sacar nueva música. Si me dejan la lío.

Y de este‘Un secreto al que gritar’, hay cinco canciones inéditas, temas muy variados, no te encasillas en un solo sonido, aunque todas al escucharlas llevan el sello Nil Moliner.

Sí, al final voy a luchar porque siempre sea así. Si yo me pusiera un estilo sería como ponerme muros. La música es libertad y yo quiero jugar. Si un día hago algo más flamenco o algo más urbano, me estaría saliendo del estilo que me había marcado, por eso quiero jugar y probar. Hay un popurrí de estilos y texturas que deja claro que me lo paso bien produciendo y me gusta indagar.

Si hay alguien que aún no conoce a Nil Moliner, que con los tres añitos que llevas lo dudo, ¿qué canción le dirías que se pusiera primero de ‘Un secreto al que gritar’?

(Risas) Es difícil, le podría decir ponte ‘Libertad’ que quizás es la que más me representa ahora, pero después le diría otra... No sé, que escuche alguna, porque todas las que han salido en este segundo disco me representan.

Pero al final ha sido ‘Pólvora’ el single que ha salido a la vez que el disco.

Ha sido ‘Pólvora’ porque también forma parte de mi estilo, es una canción épica que al final va creciendo. También se la pondría (risas). Al final le diría, tienes 45 minutos libres, pues siéntate y ponte todo el disco.

Otra canción con la que nos emociones, porque single que sacas últimamente, single que me haces llorar y eso que a mi me cuesta...

¿Sí? (risas) Jolines, lo siento. Al final me vas a pillar manía...

¡No, hombre! Es muy bueno que llegues a emocionar con una canción. Al final eso es lo que se busca...

Siempre que escribo lo hago desde el corazón, escribo verdades y si la gente lo recibe así es un reto conseguido. Emocionar a la gente y me emociona mucho que me digas eso porque es verdad que escribo canciones para mi como acto de supervivencia y como terapia pero también para emocionar a la gente.

Si los demás nos emocionamos escuchándote, como haces tú, cuando te subes a un escenario para no acabar llorando...

En el directo me pasa algo muy curioso cuando me subo a un escenario, que no soy el mismo que estoy hablando contigo ahora, si no que soy otra persona. Estoy en mi mundo y cuando me bajo del escenario no suelo acordarme de nada de lo que ha pasado. Y eso me pasa por el chute emocional tan grande que es. Siempre lo empiezo a recordar al día siguiente cuando repaso los Stories de la gente, vuelvo a vivir el concierto y me emociono.

Son como esas noches de fiesta de las que al día siguiente no recuerdas nada y te vuelve la memoria al revisar los vídeos que tienes en el móvil...

¡Total! Es una borrachera emocional increíble. Y por eso no me acuerdo. En los conciertos hay días que hay canciones que me cuestan mucha cantar. Todo depende de como estés ese día a nivel emocional.

Hablando de borrachera emocional, eso es en su esencia ‘Un secreto al que gritar’. Vas escuchando el disco y es como la montaña rusa que vivimos todos en nuestra vida, pasando por todos los estados de ánimo.

Exacto. Es un disco que está escrito desde 2019 y en todo ese tiempo he pasado por muchos estados de ánimo y en el dico se plasma.

El otro día te leía en una entrevista que siempre cuando sacas un tema nuevo te pones muy nervioso porque al ser tan personal, tu familia o amigos, van a descubrir cosas que no sabían. Pero también decías que estás enganchado a ese vértigo.

Al final no siempre se saca un disco, solo he sacado dos en mi vida. No estamos acostumbrados a eso. Es parte de la terapia compartir tus penas y alegrías. El día antes siempre te da un poco de reparo, la gente va a escuchar ese tema, siempre te da un poco vértigo. Pero esa adrenalina mola mucho.

Te ha pasado alguna vez que la persona de la que hablas en alguna de tus canciones te haya escrito al sentirse identificada.

No, normalmente siempre enseño antes la canción a la persona de la que hablo o ya lo sabe antes de que la publique. Me encargo de que lo sepa. Me gusta mucho compartir ese momento, de poder enseñar como me inspiró ese momento.

Me estoy imaginando a Nil, cada vez que sus amigos van a casa, poniéndoles sus nuevos temas para pedirles opinión.

¡Uy, sí, sí! Hablamos poco de mí, pero siempre hay un día cuando tengo ya los temas maquetados que quedamos en mi casa con cervezas y se los pongo para que los escuchen. Y siempre les pido que me apunten en un papel los que más les han gustado. Siempre hacemos ese ejercicio. Mis amigos son el termómetro para saber que canciones les llegan más.

Y en estas firmas de discos que estás haciendo estos días, ¿se te han acercado seguidores a contarte historias con tus canciones?

¡Maravilla! Además, como dije el otro día en Instagram, ya son parte de mi familia y me voy a quedar sin sillas para la cena de Navidad. Me cuentan cosas maravillosas, que me emocionan, que me sorprenden, cosas que digo estáis locos y locas. Coincidió una firma antes del concierto de Murcia, y antes de salir al escenario, le conté a mi banda una de esas historias emotivas para que sean conscientes (que ya lo somos) de que llegamos a la gente.