Belleza
Consejos ‘beauty’ (realmente sencillos) para tener una piel perfecta que las mujeres de más de 50 años ya están aplicando
Notarás los efectos de un rostro perfectamente cuidado.
Las necesidades de nuestra piel varían con la edad, aunque también dependen, en gran medida, de factores externos como la exposición al sol, el estilo de vida o la genética. Por ejemplo, al adentrarnos en la década de los 50, generalmente asociada con la menopausia, el rostro puede sufrir grandes consecuencias de estos fuertes cambios hormonales: aparición de manchas, flacidez, sequedad... ¿Cómo puedo lograr que la piel continúe radiante?
Existen pequeñas pautas que pueden ser de vital ayuda para que las pieles maduras permanezcan repletas de luminosidad e igual de sanas, y Rocío Escalante, experta en dermofarmacia, nos ha dejado algunos de ellos.
Adaptar la rutina a tus necesidades
No podemos generalizar, no hay un secreto mágico para todas las mujeres a partir de una edad, es cuestión de dar con las necesidades de tu rostro y adaptarse a ellas. “Cada piel es única y por eso es esencial darle lo que necesita. Envejecemos de forma diferente: manchas, pérdida de hidratación, arrugas, ojeras, flacidez, poros dilatados…”, apunta Rocío. “Aconsejo visitar a un profesional que analice el estado de la piel y sus necesidades para encontrar la mejor rutina de cuidados. Un ritual personalizado es más eficaz y ayuda a que la piel tenga un aspecto saludable, sin importar la edad. Hay que tener en cuenta que, además, con el paso del tiempo las necesidades de la piel cambian y la rutina debe adecuarse a estos cambios”, señala.
La importancia del uso de un antioxidante
Podemos decir que durante la década de los 20 y 30 es la limpieza y la hidratación lo que más preocupa a las mujeres, siempre se ha dicho que un correcto cuidado a esa edad puede ser vital con el paso de los años. Sin embargo a partir de los 50, o mejor dicho tras la menopausia son otros requisitos, o productos, los que necesita nuestra piel.
“Sabemos que el 80% del envejecimiento cutáneo se debe al exposoma (factores internos y externos que provocan el envejecimiento de la piel por oxidación. Los principales factores son la radiación UV, la contaminación, el tabaco, el estrés, la dieta, la falta de sueño…). Para frenar la acción de los radicales libres que envejecen la piel necesitamos usar antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E, el ácido ferúlico, la niacinamida o la melatonina”, explica la experta en dermofarmacia. “Los antioxidantes previenen el envejecimiento prematuro de la piel, ya que impiden la producción de radicales libres y evitan su daño, además, poseen acción antiinflamatoria, incrementan la síntesis del colágeno y en el caso de la Vitamina C es despigmentante”, añade.
Mantener una alimentación sana: reducir el azúcar
Si, lo que comemos también determina el estado de nuestra piel. “Una dieta variada y equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales, legumbres, pescado… es esencial para mantener la buena salud de la piel”, explica Escalante. “Convienelimitar ciertos alimentos como el azúcar y las grasas saturadas, si queremos retrasar el envejecimiento cutáneo”, apunta la experta que además hace hincapié en el azúcar. “Hay que tener especial cuidado con los azúcares ocultos y añadidos en muchos alimentos y bebidas como zumos de frutas, refrescos, cereales azucarados, helados, embutidos… así como con los alimentos procesados y ultraprocesados”, señala.
Limpieza facial exhaustiva una vez a la semana
Es posiblemente una de las pautas más repetidas, la limpieza facial en profundidad que debemos realizar con asiduidad. “Además de la rutina diario, es aconsejable dedicar un cuidado más profundo una o dos noches a la semana. Esto marcará una gran diferencia en el estado de la piel, ayudando a prolongar su juventud, evitando las arrugas, las manchas, la deshidratación...”, apunta la titular de Arbosana Farmacia. ¿La clave? Elegir los productos adecuados a cada tipo de piel y ser constante. “Las opciones son infinitas: limpieza con un dispositivo electrónico, exfoliantes y peelings mecánicos, químicos o enzimáticos, mascarillas…”, explica Rocío.
Poner el foco en el cuidado del cuello y el escote
No solo es el rostro lo que debe preocuparnos, no al menos a partir de cierta edad y ahí está uno de los grandes errores. “La cara acaba en el escote y deberíamos cuidar esa piel de igual forma, incluyendo el cuello. Se trata de dos zonas que solemos olvidar y que a partir de los 50 o incluso antes presentan signos de envejecimiento como arrugas, deshidratación, flacidez o manchas”, señala Rocío Escalante que además aconseja “ una limpieza diaria, mañana y noche, hidratación, protección solar sobre todo cuando está expuesto y exfoliación”.
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