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Países Bajos

La ultraderecha de Wilders alcanza un acuerdo de Gobierno en Países Bajos con tres formaciones de centroderecha

Los negociadores todavía no han concretado quién será el próximo primer ministro seis meses después de las elecciones

Geert Wilders responde a la prensa este lunes en La Haya Robin van LonkhuijsenEFE

Casi seis meses después de su victoria electoral en Países Bajos, el dirigente de extrema derecha Geert Wilders ha anunciado este miércoles que las partes negociadoras alcanzaron un acuerdo para formar un Gobierno de coalición, del que no será primer ministro. «Tenemos un acuerdo entre los negociadores», declaró Wilders, que renunció en marzo a dirigir la quinta economía europea, en un contexto de malestar por sus opiniones islamófobas y antieuropeas. El acuerdo se alcanzó entre cuatro partidos, el de la Libertad (PVV) de Geert Wilders, el campesino BBB, el Liberal VVD, y el anticorrupción Nuevo Contrato Social (NSC).

Aún no está claro quién dirigirá el Gobierno de coalición de derechas y sustituirá al liberal Mark Rutte, candidato favorito al puesto de secretario general de la OTAN en sustitución del noruego Jens Stoltenberg. La cuestión se ha comentado, pero todavía no se ha decidido, según Wilders. El debate continuará «más adelante», añadió el líder xenófobo.

Entre los nombres que más circulan está el del exministro de Educación e Interior Ronald Plasterk, que también desempeñó un papel clave en la supervisión de las negociaciones iniciales entre los cuatro partidos de centro de derecha. Los grupos políticos deben ahora debatir el acuerdo con sus grupos de diputados para su aprobación final.

En marzo, las cuatro formaciones decidieron optar por un Gobierno parcialmente tecnócrata, compuesto por un 50% de políticos y un 50% de independientes. La última vez que Países Bajos tuvo un gobierno tan «experto» fue en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial.

Después de conversaciones maratonianas el martes, Wilders declaró que si su partido formara parte por primera vez de un Gobierno neerlandés sería un «día histórico». Wilders, apodado en ocasiones el «Trump neerlandés», ha suavizado algunas de sus posiciones políticas en un intento de formar Gobierno, pero su programa electoral sigue pidiendo la prohibición del Corán y las mezquitas en Países Bajos.

Tras obtener una sorprendente victoria electoral al hacer con 34 de los 150 diputados del Parlamento, Wilders se disponía a convertirse en primer ministro, pero al menos uno de sus socios de coalición amenazó con torpedear un acuerdo si lo hacía. «No lo olviden: algún día seré primer ministro de Países Bajos. Con el apoyo de aún más neerlandeses», vaticinó Wilders tras retirarse. «Si no es mañana, será pasado mañana. ¡Porque las voces de millones de neerlandeses serán escuchadas!».

Como es frecuente en el sistema político de Países Bajos, las conversaciones para formar una coalición fueron difíciles y las pullas de unos y de otros en las redes sociales no ayudaron precisamente a fraguar un compromiso. En febrero, el líder del NSC, Pieter Omtzigt, se retiró abruptamente de las negociaciones, oficialmente por desacuerdos sobre las finanzas públicas, pero a nadie se le escapó su preocupación por algunas de las posiciones políticas de Wilders. El antiguo diputado democristiano (CDA) temía que en el poder Wilders no respetara la Constitución y el Estado de derecho holandeses.

Sigue sin despejarse la incógnita de quién será el nombre del próximo primer ministro. «Se ha propuesto un candidato, pero dejo que el señor Wilders se encargue de hablar sobre eso. No voy a responder sobre un nombre que no se ha hecho público», dijo el democristiano Omtzigt, quien rechazó hablar sobre las conversaciones que tuvo con los otros tres socios sobre el candidato a primer ministro. Wilders tampoco quiso hacer más comentarios en este sentido. «Tenemos un acuerdo, así que eso es una buena noticia», celebró sin añadir más detalles pese a la insistencia de los periodistas.

El nuevo primer ministro tendrá un rol clave en la composición de su equipo, que se espera que sea un Gobierno más independiente de los grupos parlamentarios de los cuatro partidos, y los ministros podrán ser miembros de los grupos socios de Gobierno, de terceros partidos o expertos externos a la política. Tras echarse a un lado Wilder en marzo, los líderes de los otros tres partidos también anunciaron que no aspirarían a la jefatura del Gobierno, sino que permanecerían como líderes de sus respectivos grupos parlamentarios en la Cámara Baja. Si el acuerdo consigue el aprobado de los grupos parlamentarios y del Parlamento, el proceso de formación de Gobierno que se abrirá entonces tomará previsiblemente varias semanas.

El acuerdo se ha logrado seis meses después de ganar Wilders las elecciones. El pacto incluye además de al PVV al Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, 24 escaños, conservador), a Nuevo Contrato Social (NSC, 20 escaños, centro derecha) y al Movimiento Agricultores-Ciudadanos (BBB, 7 escaños, extrema derecha). Todos suman una cómoda mayoría de 88 asientos. Después de dos décadas en la oposición, Wilders ha logrado alcanzar el poder con un discurso antiislámico en un país que había hecho de la tolerancia una de sus banderas.