Armada
Ucrania golpea un buque de guerra ruso cerca del puente de Kerch y ya ha hundido un tercio de la Flota del Mar Negro
El patrullero de la Armada rusa "Sergiy Kotov" estaba en la Crimea ocupada por Moscú
El déficit de armas convencionales, provocado por los retrasos en la prestación de asistencia militar por parte de los socios de Ucrania, hace que Rusia siga disfrutando de superioridad en la batalla terrestre. Sin embargo, la nación invadida continúa atacando objetivos militares rusos en el mar y en el aire, así como su logística a través de la frontera, en un esfuerzo asimétrico por debilitar al enemigo.
El golpe más reciente a la flota rusa del Mar Negro se produjo la noche del martes. Los drones marítimos ucranianos MaguraV5 atacaron con éxito el buque patrulla «Sergey Kotov» cerca de Kerch, Crimea, ocupada por Rusia. «Este es un barco nuevo valorado en más de 60 millones de dólares. Los barcos de este tipo entraron en servicio de combate en 2017. El enemigo planeaba colocar sistemas de misiles antiaéreos en el barco», reveló el portavoz de la inteligencia ucraniana Andriy Yusov.
Menos barcos de este tipo significa menos sistemas de misiles antiaéreos sobre ellos, lo que daría más oportunidades para las fuerzas ucranianas, explicó Yusov. Unos seis marineros rusos murieron y siete resultaron heridos en el ataque, mientras que el resto, 52 miembros de la tripulación, fueron evacuados, según Ucrania. Como resultado de la explosión, el barco quedó destruido y no puede ser restaurado.
No fue el primer ataque de las fuerzas de defensa ucranianas a este barco. Los anteriores se realizaron en julio y septiembre del año pasado, añadió el representante de inteligencia. «Sergey Kotov» participó en el ataque ruso a la Isla de las Serpientes junto con el crucero misilístico «Moskva» al inicio de la invasión hace dos años. Los primeros días de superioridad rusa en el Mar Negro, cuando sus barcos amenazaban a Odesa, han quedado atrás. Ucrania ha conseguido ahuyentar o hundir a gran parte de la flota rusa en la zona, pese a no disponer casi de marina propia. Si bien algunos ataques tuvieron más éxito que otros, Ucrania ya ha dañado o hundido más de 20 barcos rusos.
«No hay refugios seguros para los terroristas rusos en el Mar Negro y nunca los habrá. Y no habrá espacio seguro para ellos en el cielo, siempre que nuestra fuerza ucraniana sea suficiente. Esto se aplica tanto a los suministros de nuestros socios como a nuestra producción interna», afirmó el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
«El Mar Negro no es seguro para la Armada de Putin. Hasta hace poco eso habría sido inimaginable. Ahora que Occidente apoyó a Ucrania, es innegable», subrayó el Ministro de Defensa británico, Grant Shapps. «Si les conseguimos lo que necesitan, la valentía y la habilidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania pueden desbloquear victorias que antes se consideraban imposibles», subrayó.
Su comentario constituye un estímulo para que los aliados de Ucrania aumenten sus suministros de municiones y armas de importancia crítica. El país se enfrenta a una enorme presión rusa a lo largo de la línea del frente, mientras la nación invasora intenta aprovechar las condiciones favorables.
En el frente, aunque el Ejército ucraniano ha logrado frenar por ahora los avances rusos cerca de Avdiivka, según sus portavoces, Rusia intenta romper las defensas ucranianas en el sur, cerca de Robotyne, y en el este, cerca de Bajmut. El país invadido también necesita fortalecer su defensa aérea mientras intenta aumentar las pérdidas de la aviación rusa a lo largo de la línea del frente, con 13 aviones de combate rusos derribados en febrero, y repeler los ataques cotidianos masivos contra sus áreas residenciales.
La ciudad costera de Odesa ha estado de luto por las víctimas del ataque con aviones no tripulados rusos que mató a 12 residentes de un bloque residencial el sábado. Los vecinos han traído juguetes de peluche para conmemorar a los cinco niños que fueron asesinados. Fueron encontrados entre los escombros junto con sus madres, todos fallecidos mientras dormían, cuando un dron Shahed diseñado por Irán hizo colapsar el edificio. «Lo único que me hace sentir mejor es que murieron momentáneamente y no sufrieron», dijo un familiar.