Elecciones
Tusk comunica al presidente que está listo para gobernar Polonia
Los resultados oficiales definitivos confirman la victoria de la oposición proeuropea
Los resultados oficiales definitivos de las elecciones legislativas celebradas el domingo en Polonia confirman que el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) perdió la mayoría absoluta y ya no le salen las cuentas para un tercer mandato. El PiS repite como el partido más votado con 194 de los 460 escaños en el «Sejm» (Parlamento), seguido por los 157 de los conservadores de Plataforma Cívica, los 65 de la liberal Tercera Vía, los 26 de la Izquierda y los 18 de Confederación, el partido de ultraderecha con el que aspiraba a pactar el PiS para mantenerse en el poder que ocupa de 2015. La participación electoral récord de un 72,9% muestra las esperanzas de cambio de los polacos.
La oposición proeuropea, que disfrutará de una cómoda mayoría de 248 escaños, se mostraba ayer dispuesta a tomar el poder en «cualquier momento», según afirmó el ex primer ministro y líder de Plataforma Cívica, Donald Tusk. «Los partidos democráticos ganadores están en contacto constante y están dispuestos a asumir la responsabilidad de gobernar el país en cualquier momento», escribió en su perfil de X, antiguo Twitter.
El líder de la oposición reclamó al presidente polaco, Andrzej Duda, que debe nombrar un primer ministro en función de los resultados electorales, que tome «decisiones rápidas y enérgicas».Duda, que militaba en el PiS hasta que debió renunciar a su militancia al asumir la jefatura del Estado, dispone de un máximo de 30 días para convocar al Parlamento recién elegido y nombrar al candidato elegido para liderar el próximo Gobierno. Sin embargo, lo más probable es que el presidente conceda la primera oportunidad al PiS por haber sido el partido más votados en las legislativas.
De ahí que los analistas polacos anticipan una larga negociación para formar Gobierno que podría durar meses. En opinión de Wojciech Przybylski, politólogo del grupo Visegrad Insight, señala que «la primera oportunidad la tendrá Ley y Justicia. Después, la mayoría del Parlamento nombrará y elegirá un nuevo Gobierno que no vendrá de Ley y Justicia. A continuación, el presidente tiene que aprobarlo, y si no lo hace, se dará un tercer paso, que confirmará finalmente que Ley y Justicia, con toda probabilidad, no estará en el poder. Esto llevará meses».
El resultado electoral parece mostrar un punto de inflexión en la política polaca, que podría asumir ahora un rumbo más proeuropeo y menos restrictivo respecto a los derechos ciudadanos. La alianza opositora también ganó la mayoría de los asientos (66 de 100) en el Senado, una segunda cámara de menor importancia en la configuración política polaca, pero de enorme importancia en la difícil cohabitación entre el Gobierno y Duda que se avecina. El presidente de la República dispone del derecho constitucional a vetar leyes, lo que puede bloquear la acción del nuevo Ejecutivo.
Durante la campaña, Tusk prometió liberalizar el derecho al aborto. También prometió restablecer las buenas relaciones con la UE y liberar los fondos europeos congelados por Bruselas debido a disputas con los Gobierno del PiS por la polémica reforma judicial.
El éxito electoral de los partidos proeuropeos en Polonia fue recibido con alivio en Bruselas y con indisimulada satisfacción en Berlín. Se trata de «una victoria importante para Europa y sus valores, que sólo el pueblo polaco logró», considera el portavoz en política exterior de la CDU, Norbert Röttgen. Röttgen escribió sobre un «rayo de esperanza y motivo de alegría» en medio de terribles noticias sobre política exterior.
«Tengo muchas ganas de trabajar juntos», afirmó el primer ministro de Brandeburgo, el socialdemócrata Dietmar Woidke, sin comentar directamente los resultados.
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