EE UU
Trump culpa a la retórica de Biden y Kamala Harris del segundo intento para asesinarle
El nuevo intento de magnicidio puede suponer un revulsivo para la campaña del expresidente republicano
La Policía y el Servicio Secreto han cortado todos los accesos de entrada y salida al Trump International Golf Club, el lugar donde el domingo Ryan Wesley Routh intentó asesinar al expresidente Donald Trump. A pesar de las robustas medidas de seguridad, no se palpa tensión en el ambiente. La mezcla de periodistas y agentes de seguridad conviven con los curiosos que, a cuentagotas, se acercan hasta la entrada de las instalaciones, mientras en la Avenida del Congreso, donde se encuentra el cartel de entrada al centro, el tráfico ha vuelto a la normalidad.
Unos metros más allá, en el Boulevard Summit, el cual ha sido cortado por los agentes de la oficina del Sheriff, se puede ver el lugar exacto por donde el aspirante a magnicida intentó asesinar al candidato republicano. Varios agentes del FBI entran y salen de la zona que ha sido marcada con unas balizas blancas. «Están recogiendo todas las pruebas posibles para determinar si Ryan actuó solo», explica uno de los agentes.
De momento, todo parece indicar que así fue. El domingo, hacia las 14.00 hora local, Routh condujo su vehículo por el Boulevart Summit y lo aparcó a escasos cien metros del cartel de entrada del club. Cruzó la calle, se metió entre los arbustos y palmeras que rodean todo el recinto y realizó dos agujeros en la valla para introducirse en el complejo. Una vez dentro apuntó su rifle AK-47 con mira telescópica y disparó varias veces hacia el lugar donde Trump estaba jugando a golf, «a unos 450 metros», según fuentes policiales. No obstante, Routh erró el tiro porque a esa distancia el rifle que utilizó es poco preciso, así como no contaba con la experiencia militar necesaria para operarlo efectivamente.
Seguidamente, uno de los agentes del Servicio Secreto observó el cañón del arma sobresaliendo por entre los arbustos y abrió fuego contra el aspirante a magnicida. Inmediatamente, este salió corriendo, dejó atrás todos sus pertrechos y consiguió llegar hasta su coche, se introdujo en el vehículo y condujo hasta que fue detenido en la autopista I-95 gracias a la fotografía que un viandante realizó de su matrícula. En el lugar de los hechos las autoridades recuperaron el rifle de asalto, dos mochilas, una de las cuales tenía una baldosa de cerámica en su interior para ser utilizada como escudo antibalas, y una cámara GoPro con la que pretendía grabar el asesinato, según la información facilitada por el sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw.
A 50 días de la celebración de los comicios presidenciales, y después del intento de asesinato de Thomas Mathews Crooks en Butler, Pensilvania, algunos analistas republicanos consideran que este nuevo sobresalto podría ser beneficioso para la campaña de Trump, la cual necesita un revulsivo después de que la nueva candidata demócrata, Kamala Harris, le adelantara en las encuestas. Sin duda, el incidente hará olvidar el pésimo papel que Trump hizo en el debate del pasado 10 de septiembre.
Por su parte, el expresidente aseguró este lunes que «la retórica de los demócratas, Joe Biden y Kamala Harris, es la responsable de los dos intentos contra su vida», según declaró a la cadena estadounidense Fox News. «Se creyó la retórica y actuó en consecuencia», añadió, refiriéndose al detenido, Ryan Wesley Routh. «Ese tipo de narrativa está provocando que me disparen cuando yo soy el que va a salvar al país, y ellos son los que lo están destruyendo», añadió.
Más aún, en su cuenta de X lanzó diversos mensajes incendiarios destinados a sus seguidores más fieles, muchos de ellos propensos a las teorías de la conspiración. «Las mentiras, ejemplificadas por las declaraciones falsas hechas por la camarada Kamala Harris durante el debate manipulado y altamente partidista de la ABC, y todas las demandas ridículas diseñadas específicamente para infligir daño al oponente político de Kamala, yo mismo, han llevado la política en nuestro país a un nivel completamente nuevo de odio, abuso y desconfianza», indicó.
«Debido a esta retórica de la izquierda comunista, las balas están volando, ¡y solo empeorarán! Permitir que millones de personas, de lugares desconocidos, invadan y se apoderen de nuestro país, es un pecado imperdonable», escribió, haciendo hincapié en su plan para cerrar las fronteras. «Los terroristas, criminales y dementes deben ser extraídos inmediatamente de las ciudades y pueblos estadounidenses, para luego ser deportados de regreso a sus lugares de origen», concluyó, no sin antes admitir que el mundo se está riendo de Estados Unidos y que, solo con su presidencia, pueden hacerlo grande de nuevo.
Uno de los curiosos que se acercaron a la entrada del club de golf privado, Benito Moro, un exiliado cubano que lleva viviendo 50 años en Estados Unidos que se declara seguidor incondicional de Trump, suscribe todas sus teorías de la conspiración, así como sus políticas migratorias, a pesar de que él mismo es un migrante. «No todo el mundo sabe dónde va Trump y a qué hora. Hay alguien detrás, quizás entre su servicio personal, que informó sobre su localización para que el tirador lo encontrara. Este país necesita a Trump como en su día necesitó a Ronald Reagan. Mano dura», concluye, mientras enarbola una bandera de la candidatura republicana para 2024.
✕
Accede a tu cuenta para comentar