Cruz se consolida como alternativa a Trump

El estruendoso progreso de las primarias camina a ritmo de infarto. Tras las votaciones del fin de semana en Kansas, Maine, Kentuycky y Lousiana, Ted Cruz se afianza como el principal competidor de Donald Trump. El senador republicano conquistó los dos primeros Estados, mientras que Trump lo hizo en Kentucky y Lousiana. Pero el empate encierra una jugosa trampa, pues la arrasadora victoria de Cruz en Kansas, con un 48% frente al 23% de Trump, demuestra que el electorado comenzaría a asumir como inevitable la necesidad de posicionarse contra el multimillonario, mientras que su triunfo en Maine subraya la capacidad de Cruz, conocido por un conservadurismo visceral cercano al Tea Party para ganar lejos del Cinturón de la Biblia.

«Yo diría que esto significa que los republicanos se están uniendo», comentó Cruz a la Prensa, «que sería un desastre que Donald Trump fuera nuestro candidato y que vamos a empujar todos detrás del candidato más fuerte». No necesitaba explicitar más: Marco Rubio, el hombre que cuenta con las bendiciones del núcleo republicano, el más cercano al espíritu y la historia del partido, volvía a quedar lejos, repartiéndose los dos últimos puestos de esta carrera a cuatro con el gobernador de Ohio, John Kasich. Cruz, en definitiva, le estaba pidiendo que abandone. Otro dato importante, allí donde en lugar de primarias se celebraban «caucus», donde sólo votan los votantes registrados en los partidos, Cruz ha ganado cinco de siete veces. Lo que en opinión de muchos, caso de Jonathan Martin, de «The New York Times», demuestra que Trump «funciona mejor» cuando no se requiere una maquinaria política engrasada. Trump se ha impuesto en 12 Estados, Cruz en seis, Rubio en uno y Kasich en ninguno. Las magras esperanzas de supervivencia de Rubio y Kasich pasan por sus Estados, Florida y Ohio, que votan el día 15, pero el recuento de delegados actual enfría cualquier optimismo. Rubio apenas suma 128 delegados y Kasich 35, frente a los 382 de Trump.

La próxima cita clave será mañana con los 59 delegados de Michigan y los 40 de Mississippi en juego. Es posible que tras esa noche el combate sea una competición a dos entre Cruz y Trump, en el convencimiento de que cualquier fractura en el frente contra el millonario amplifica sus posibilidades. El día 15, cuando voten Florida y Ohio, y también Illinois, Missouri y Carolina del Norte, será definitivo. Entonces sabremos si alguno de los rivales de Trump tiene posibilidades, al menos, de alcanzar la cita de julio, última meta posible antes de la nominación para la Casa Blanca.

Del lado demócrata, en el que había tres Estados en juego, Bernie Sanders ganó en Nebraska y Kansas y Hillary Clinton en Louisiana. Aunque es verdad que las victorias de Sanders le sirven como acicate para no descarrilar, no es menos cierto que el territorio con más delegados en juego, Lousiana, fue favorable a Clinton con un porcentaje abrumador. Del sábado la veterana candidata demócrata salía con otros 65 delegados, por 47 de Sanders, y en el recuento general Hillary suma 1.121 y su rival, 481. Mientras los 30 delegados de Maine entraban en juego ayer, el martes llegarán los 147 de Michigan y los 41 de Mississippi y, entre otros, el 15 de marzo los 246 de Florida, los 182 de Illinois y los 159 de Ohio. «Creo que desde el punto de vista geográfico vamos bien, y que estamos camino de la victoria», declaró Sanders, convencido de que su gran oportunidad llegará entre abril y junio, «cuando voten California, Washington y Oregón». Claro que para entonces puede que sea tarde y Clinton sea ya la nominada.