Londres

Salmond se aferra a la izquierda

El primer ministro de Escocia abre la puerta a un gobierno de coalición con el Labour para atraer a sus electores y arañar una victoria del «sí» a la independencia

El «premier» Salmond, líder independentista escocés, junto a su viceministra, Nicola Sturgeon
El «premier» Salmond, líder independentista escocés, junto a su viceministra, Nicola Sturgeonlarazon

Alex Salmond se ha metido de lleno en el papel de Braveheart. Al igual que el héroe escocés representado por Mel Gibson, el líder nacionalista vino ayer a decir que estaba dispuesto a morir –políticamente hablando– gritando el famoso «Freedom» (libertad) si de este modo se conseguía su gran sueño: la independencia. En la clausura de la conferencia de primavera del Partido Nacionalista Escocés (SNP), la última gran cita antes del referéndum convocado para el 18 de septiembre, el ministro principal escocés hizo un llamamiento para que, a la hora de introducir la papeleta, no le tuvieran en mente. Ni a él ni a su partido, porque el voto a favor de la secesión, según dijo, podría incluso dar lugar a un nuevo Gobierno laborista.

«El futuro podría estar en manos de los laboristas, del SNP o de una coalición. Lo que está claro es que no dependerá de un partido que actualmente sólo cuenta con un diputado representando a Escocia en Westminster», recalcó en referencia a David Mundell, el único diputado conservador por una circunscripción escocesa con asiento en la Cámara de los Comunes. Sin duda, ésta es la mejor prueba de la mala popularidad que gozan los «tories» en la región desde los tiempos de Thatcher.

La pregunta es: ¿está en su sano juicio un político que pide el apoyo para una causa que le podría arrebatar el poder? Escocia siempre había sido el bastión laborista hasta que en 2007 un Salmond nada tímido y con desparpajo ante las cámaras les arrebató el timón con claras pretensiones indepentistas. En las elecciones de 2011, el SNP volvió a superarse convirtiéndose en la primera fuerza política que conseguía la mayoría absoluta desde que se constituyó la asamblea escocesa en 1999. El líder nacionalista sabe, por tanto, que cuenta con apoyo dentro de Holyrood, pero en la calle el 56% de los votantes no confía en él, según la última encuesta de «The Times». Así que tiene que desvincularse personalmente de la causa secesionista para vender el mensaje de que el triunfo en el plebiscito no sería un triunfo para él o su partido, sino un triunfo para la nación.

Para ello, prometió la creación de un grupo llamado «Equipo Escocia», que incluirá a todos los partidos y que tendrá como objetivo negociar las condiciones de la independencia si finalmente el referéndum resulta favorable. «Este es nuestro momento, nuestro país, nuestra Escocia y nuestra independencia», subrayó Salmond durante una intervención de media hora, bajo el lema «Adelante». «Este referéndum no es sobre el partido, el ministro principal o la campaña a favor del sí. Trata de poner el futuro de Escocia en manos escocesas», apuntó el líder del SNP, quien insistió en la oportunidad «única» que ofrece la consulta y reclamó, una vez más, al primer ministro, David Cameron, que se enfrente a él en un debate, escenario que el «tory» descarta por completo. No hay que olvidar que el buen hacer del nacionalista ante las cámaras en los debates de las autonómicas de 2011 fue lo que dio un vuelco a los sondeos en las semanas previas a la votación. Según los cálculos del SNP, uno de cada cuatro votantes laboristas apoya la independencia. El último sondeo de «The Sunday Times» pone en evidencia el recorte de distancias entre ambas opciones. La encuesta, que prescinde del 14% que se muestra como indeciso, asigna un 53% de apoyo a la permanencia y un 47% de apoyos a la independencia. En noviembre, la diferencia era de 62% a 38%.

El ministro principal señaló que una Escocia independiente tendría responsabilidad en áreas que actualmente son competencia del Parlamento de Westminster, como los impuestos, la seguridad social y el petróleo del mar del Norte, y supondría el final para los gobiernos «tories» y sus políticas contra los «pobres y los discapacitados».

Eluden mencionar Cataluña, pero insisten enno necesitar el acuerdo con Londres

Aunque sin citar directamente la independencia de Cataluña, en la rueda de prensa a los medios extranjeros que concedió la número dos de Alex Salmond, Nicola Sturgeon señaló que para el SNP el referéndum hubiera sido unilateral. «Pensamos que el Parlamento escocés tenía los poderes legales necesarios para convocar la consulta popular hubiera habido o no acuerdo con el Gobierno británico», destacó a los medios la viceministra escocesa Sturgeon.