Tensión en el mar Rojo

Rusia sale en defensa de los hutíes: «Se trata de otra agresión militar del Occidente colectivo»

El representante permanente ante la ONU, Vasili Nebenzia, argumenta que los ataques de EE UU y Reino Unido en Yemen no están amparados por las resoluciones del Consejo de Seguridad ni por la carta de Naciones Unidas

Imagen de archivo del embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia
Imagen de archivo del embajador ruso ante la ONU, Vasili NebenziaLEV RADIN / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTOLEV RADIN / ZUMA PRESS / CONTACT

El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, subrayó el viernes en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad que los ataques lanzados por Estados Unidos y Reino Unido contra objetivos hutíes en Yemen no están amparados por las resoluciones del Consejo ni por la carta de las Naciones Unidas, por lo que son contrarios a la legalidad internacional.

El delegado ruso, que había convocado a los miembros del máximo organismo de la ONU para celebrar una sesión de urgencia tras los bombardeos del pasado jueves, en represalia a los ataques llevados a cabo por los rebeldes yemeníes en aguas del mar Rojo, insistió en el argumento de que la acción no puede basarse en el ejercicio de la legítima defensa recogido en el artículo 51 de la carta de Naciones Unidas, pues no se aplica a la navegación comercial –cuya defensa fue invocada por Washington y Londres–, que se rige por otras regulaciones.

«Además, no hubo autorización del Consejo de Seguridad de la ONU en virtud del Capítulo VII de la Carta para usar la fuerza», reiteró el diplomático ruso, conocido por su encendida defensa de la invasión rusa de Ucrania en la máxima instancia de las Naciones Unidas, en línea con las declaraciones previas del Ministerio de Asuntos Exteriores dirigido por Serguéi Lavrov.

Nebenzia calificó la operación como «una flagrante violación del artículo 2 de la carta de la ONU» que supone, en sus palabras, «una agresión militar más del Occidente colectivo como parte de una larga serie en Oriente Medio».

Rusia ha salido en defensa de los hutíes en las últimas semanas a medida que las tensiones escalaban en el estrecho de Bab el-Mandeb. Ya criticó la operación naval «Guardián de la Prosperidad», encabezada por Estados Unidos, y se abstuvo en la votación de resoluciones que pedían a los insurgentes yemeníes detener sus ataques a las embarcaciones en el mar Rojo, no sin antes tratar de forzar la introducción de enmiendas para vincular las acciones de los hutíes con la guerra de Israel en Gaza.

«A la luz de la guerra de Ucrania, Rusia está interesada en sacar rédito del “Eje de Resistencia”», explica la analista Hannah Notte. «Este interés precedió al 7 de octubre. Y no se trata sólo de desviar la atención de Ucrania, sino de impulsar la resistencia en Oriente Medio contra los intereses de Estados Unidos».

Por su parte, el embajador chino Zhang Jun puntualizó que la última resolución del Consejo de Seguridad del pasado miércoles sobre Yemen reclamaba garantizar la libre navegación en el mar Rojo, pero «jamás autorizó a ningún Estado a usar la fuerza contra Yemen».

El diplomático chino reiteró que «ningún país tiene el derecho de distorsionar de manera abusiva la legalidad internacional cuando se trata de resoluciones», pero quiso desmarcarse de las acciones de los rebeldes yemeníes y recordó que China «ha llamado repetidamente a los hutíes a cesar sus ataques y su acoso a los cargueros, así como a respetar los códigos de navegación según la ley internacional».

No obstante, Rusia y China volvieron a alinearse en la misma postura, como han venido haciendo en los últimos meses en prácticamente todos los conflictos. En frente, Estados Unidos y Reino Unido volvieron a escenificar su sintonía.