Elecciones en Rumanía
Rumanía elige en las urnas si sigue anclada a la UE
Celebró ayer legislativas a la espera de la segunda vuelta presidencial y el Tribunal Constitucional decide hoy si anula los resultados de la primera vuelta.
Rumania acudió ayer a las urnas sumida en una profunda crisis política de consecuencias impredecibles. Desde su entrada en el club comunitario, el país ha sido un fiel aliado del bloque occidental, pero la victoria por sorpresa el pasado fin de semana del candidato prorruso y anti-OTAN, Calin Georgescu, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ha sacudido al país. Ante las sospechas de injerencia rusa, el Tribunal Constitucional deberá pronunciarse hoy mismo sobre si anula los resultados que se obtuvieron en esta primera vuelta.
En esta ocasión, los rumanos deben elegir al nuevo parlamento encargado de nombrar al primer ministro. Los comicios transcurrieron sin incidentes y con una alta participación, y todo indica que el país se encuentra dividido en dos mitades casi irreconciliables. El partido nacionalista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), considerado de tintes populistas y euroescépticos y el Partido Socialista se pisan los talones, según los sondeos, con una ligera ventaja del primero. En caso de que AUR gane las elecciones, parece casi seguro que deba formarse un gobierno de coalición en el que las fuerzas de extrema derecha SOS Rumanía y el Partido de los Jóvenes pueden convertirse en llaves de gobierno.
El temor es que esto suponga una deriva del país hacía posiciones anti- europeas. «Estamos bien integrados en la Unión Europea, estamos bien posicionados y somos muy respetados en la OTAN. Pero para que siga así, tenemos que votar de esa manera. En conclusión, por favor voten. He votado por una Rumania europea», ha asegurado este domingo el presidente saliente del país, Klaus Iohannis. «He votado para que Rumanía siga estando en el espacio Schengen, en la Unión Europea y en la OTAN. Creo que hoy los rumanos pueden elegir entre la estabilidad y el caos», ha asegurado el primer ministro rumano, el socialdemócrata Marcel Ciolacu.
Puede que todas estas predicciones queden en papel mojado, ya que en las pasadas elecciones presidenciales los vaticinios de las encuestas fracasaron estrepitosamente, debido a que otorgaron el vencedor de la primera vuelta tan tolo un cinco por ciento de votos.
El hecho de que Georgescu basara toda su campaña electoral en las redes sociales, en concreto en tik tok, y que este contenido no apareciera señalizado como contenido político, ha hecho que muchas miradas se hayan dirigido al Kremlin en los últimos días y también a los responsables de esta red social. Independientemente de que pueda demostrarse o no la injerencia rusa, los rumanos acuden a las urnas aquejados por la alta inflación, el déficit y la desaceleración en el crecimiento.
Además, muchas capas de la población deben emigrar para buscar un futuro mejor debido a que la tasa de riesgo de pobreza es la mayor dentro del bloque comunitario, según los registros de Eurostat, la agencia estadística europea. El descontento ha sido el principal movilizador del voto y la situación puede repetirse en los comicios de ayer. Georgescu evitó ayer responder a las preguntas de los periodistas cuando acudió a depositar su papeleta en las unas.